Un grupo extremista del Sinaí se adjudicó el atentado con un carro bomba ocurrido el martes último contra una sede de seguridad en una localidad en el delta del Nilo, atentado que dejó 16 muertos, en su mayoría policías.
Se han incrementado los temores de que la campaña de violencia que afecta a los militares se intensifique contra los civiles, en particular después del estallido de una bomba la semana recién pasada cerca de un autobús y la desactivación anteayer de un artefacto explosivo en otra unidad de pasajeros en El Cairo.
La televisión estatal también informó ayer que una bomba de fabricación casera fue encontrada afuera de la Facultad de Medicina de la Universidad de Al Ashar en la ciudad de Damietta, en el delta del Nilo.
El Gobierno responsabilizó recientemente de los ataques a los Hermanos Musulmanes, a la que Mursi pertenece, y la clasificó como una organización terrorista. Las autoridades no han presentado evidencia alguna que vincule a ese grupo con los atentados extremistas.