Internacional

Exrehenes liberados por el EI cuentan dramáticas historias de su cautiverio

Tras su liberación en el 2014 a manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI), tres periodistas españoles decidieron contar sus historias cargadas de drama, según publicaron recientemente los medios para los cuales trabajan.

El periodista Javier Espinosa en una conferencia de prensa cuando regresó de su cautiverio de Siria el 30 de marzo del 2014. (Foto Prensa Libre: AP).

El periodista Javier Espinosa en una conferencia de prensa cuando regresó de su cautiverio de Siria el 30 de marzo del 2014. (Foto Prensa Libre: AP).

En las narraciones se conoce, por ejemplo, cómo los yihadistas proceden de muchas nacionalidades y cómo formaron una contraparte de Guantánamo, la prisión estadounidense en la isla de Cuba, con rehenes de distintos países.

Dentro de las historias destaca la del periodista estadounidense James Foley, ejecutado en agosto del 2014, quien de acuerdo a lo que publicó en el diario El Mundo el periodista español Javier Espinosa, pudo haber escapado de sus captores pero se quedó para no abandonar a un compañero británico.

“Foley y (el británico John) Cantlie probaron en dos ocasiones. La primera fue un rotundo fracaso, antes incluso de iniciarse”, escribe Espinosa su diario, que el domingo comenzó a publicar el relato de su periodista.

“En la siguiente ocasión, el periodista estadounidense demostró su enorme calado humano. Tras conseguir evadirse de la habitación donde estaban prisioneros, agarrado a una manta, tuvo que esperar a Cantlie”, que fue descubierto por un guardia.

“Foley podría haber intentado huir en solitario, pero prefirió entregarse”, asegurando que “no podía dejar solo a John” Cantlie, rehén británico que ha aparecido en varias ocasiones en videos de propaganda y que seguiría vivo.

El intento de fuga de lo que Espinosa califica de “Guantánamo islamista”, un edificio en un complejo industrial, cerca de Alepo, se tradujo en continuas palizas.

De todos los países

El complejo formaba un inmenso cuartel del EI, con “decenas y decenas de militantes yihadistas de todas las procedencias. Había africanos, ingleses, libios…”, incluso “un chaval que hablaba un perfecto castellano”, relata Espinosa.

Vestidos con combinaciones naranjas e identificados sólo con un número, Espinosa, el fotógrafo Ricardo García Vilanova y el estadounidense Peter Kassig, se unieron en esta prisión a finales de septiembre de 2013 a “un gran grupo de presos europeos que los radicales habían acumulado durante meses”.

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James Foley, pudo escapar pero optó por esperar a un compañero con lo cual no logró su objetivo. Fue ejecutado en agosto del 2014. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Entre estos estaban el francés Didier Franois, secuestrado junto al fotógrafo Edouard Elias en junio de 2013 y ambos liberados en abril de 2014, el periodista español Marc Marginedas, o los dos miembros de la ONG Acted, el italiano Federico Motka, también liberado, y el británico David Cawthorne, ejecutado en septiembre, entre otros.

Espinosa y sus compañeros habían sido tratados relativamente bien hasta llegar a esta prisión, pero sus nuevos compañeros de cautiverio hacían “relatos espeluznantes”.

“Nos dejaron en una habitación sin agua ni comida. Al cabo de cuatro días sin beber comencé a delirar y a gritar. Sólo entonces fue cuando nos dieron un vaso de agua”, recordaba Franois.

El periodista francés también fue testigo de cómo los miembros del EI colgaron del techo a varios (musulmanes) chíies, uno de los cuales se volvió loco “y no dejaba de chillar”, por lo que “lo sacaron de la celda y le cortaron la cabeza”.

“Hay 73 clases de musulmanes y sólo los de una clase entrarán en el paraíso”, afirmaba un guardián según Espinosa.

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Los radicales instalaron en Siria una prisión solo con secuestrados extranjeros para “emular” a Guantánamo. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL). 

En este Guantánamo islamista, los prisioneros eran obligados a “cantar a coro” una versión modificada de la canción Hotel California de los Eagles, relata Marginedas en otro relato que publica el diario catalán El Periódico.

“Bienvenidos al adorable hotel de Osama (en referencia a Bin Laden)/qué lugar tan encantador/pero tú nunca podrás irte/y si lo intentas/morirás”, escribe Marginedas

Sus captores también intentaban que memorizaran “oraciones y suras del Corán”, afirma Marginedas, que recuerda con cierto humor como uno de sus compañeros de cautiverio, afirmó que “aprender el islam con esta gente es como aprender el cristianismo con el Ku Klux Klan”.

Los yihadistas crearon en Siria un “Guantánamo” para sus prisioneros

Los extremistas habían reunido hasta 23 rehenes de once nacionalidades diferentes, de los que siete han muerto, en una prisión de Siria concebida como una réplica de la cárcel estadounidense de Guantánamo, contó Espinosa, liberado el 29 de marzo de 2014 y quien asegura fue testigo de la ejecución de un rehén ruso, Serguei Gorbunov, desaparecido en 2013.

El reportero español afirma haber sido encarcelado durante varios meses en una casa al norte de Alepo, con otros 22 europeos, estadounidenses y una latinoamericana, que no identifica, hasta su liberación el 29 de marzo de 2014.

Según él, el EI reunió a los rehenes, cooperantes humanitarios o periodistas en una sola cárcel que debía ser la contraparte de la de Guantánamo, la base estadounidense en la isla de Cuba, donde fueron internados los combatientes capturados en Afganistán.

“Tenían el proyecto desde hace mucho tiempo. El propio jeque iraquí (jefe de los guardias), nos explicó desde el primer instante que pensaban secuestrar occidentales para recluirlos en una prisión de alta seguridad, con cámaras, con numerosos guardianes… Nos dijo que nosotros íbamos a pasar mucho tiempo, porque éramos los primeros prisioneros que capturaban”, dice espinosa que contó Foley.

El periodista español afirma haberse mantenido en silencio desde su liberación —al igual que su compañero fotógrafo Ricardo García Vilanova, y un periodista de El Periódico de Catalunya, Marc Marginedas, que este domingo inició un relato semejante en su medio— porque sus captores amenazaron con ejecutar a otros rehenes si hablaban “antes de que todo haya acabado”.

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Al yihadista John —Mohammed Emwazi—, era el encargado de ejecutar a los prisioneros extranjeros. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

De los 23 rehenes, escribe Espinosa, quince fueron liberados, seis ejecutados y una, la estadounidense Kayla Mueller, murió en febrero pasado en un bombardeo de la aviación estadounidense, según el Estado Islámico (EI).

La suerte del fotorreportero británico John Cantlie, retenido con ellos, es incierta. Un vídeo recientemente difundido por el EI lo muestra con vida.

Espinosa relata simulacros de ejecución por parte de los tres guardianes encapuchados, apodados los Beatles por los rehenes, y que califica de psicópatas. Los obligaron a mirar la ejecución de un rehén ruso, el ingeniero Serguei Nicolaievich Gorbunov, secuestrado en octubre de 2013 y asesinado en marzo de 2014, según Espinosa.

“El jeque le disparó con una bala explosiva” en la cabeza, presumió uno de los guardianes, antes de añadir “¡A lo mejor termináis como él!¡Os obligaremos a desenterrarle, a cavar otra tumba y os meteremos a dormir con él” .

Rusia había anunciado en octubre de 2013 que investigaba la desaparición de Gorbunov, que en un vídeo difundido en Youtube declaraba: “si no me intercambian en cinco días, me matarán”.

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