Una vez aprobado en la comisión, el pleno del Senado deberá ser notificado de esa decisión y convocado para una primera votación, prevista para el próximo martes, en la que bastará una mayoría simple de 41 votos entre 81 posibles para que el proceso continúe.
Si así fuera, el presidente del Tribunal Supremo, Ricardo Lewandowski, convocará nuevamente al pleno del Senado para decidir la suerte definitiva de la mandataria, suspendida de sus funciones desde el pasado 12 de mayo y sustituida desde esa fecha por su hasta entonces vicepresidente, Michel Temer.
En esa última sesión, que se celebrará a fines de este mes y se calcula que puede durar hasta cinco días, la destitución de Rousseff dependerá de que sea aprobada por una mayoría calificada de dos tercios (54 votos) del pleno.
En caso de que sea declarada culpable, Temer completará el mandato que vence el 1 de enero de 2019.
Sin embargo, si fuera absuelta, Rousseff recuperará el cargo y Temer, a quien los partidarios de la mandataria tildan abiertamente de “golpista”, debería volver a ocupar la vicepresidencia, a la cual se conjetura que renunciaría de inmediato si así fuera.