El inmenso poder del líder del Cártel de Medellín hizo que las autoridades de Colombia y Estados Unidos, unidas con grupos paramilitares, trabajaran en conjunto para terminar con su imperio de cocaína y asesinarlo.
Uno de estos grupos formados para acabar con Pablo Escobar fueron “Los Pepes”, organización que se creó luego de que el narcotraficante colombiano asesinara a Gerardo “Kiko” Moncada y Fernando “Negro”, dos de sus socios, mientras estaba recluido en la cárcel La Catedral.
Este suceso, el cual se dio luego de que las dos personas asesinadas se negaran a pagar un impuesto en dicha prisión, hizo que antiguos compañeros se unieran con los rivales de Escobar para ponerle fin a su imperio de terror.
“Los Pepes”, que también se creó ante los constantes atentados de Pablo Escobar al colocar bombas en sitios públicos, fueron financiados por Gilberto Rodríguez Orejuela y su hermano Miguel Ángel, líderes del Cártel de Cali, organización que era la principal opositora al Cártel de Medellín.
En septiembre de 1992, un año antes de la muerte de Pablo Escobar, “Los Pepes” fueron creados bajo el mando de Fidel Castaño, paramilitar colombiano, Carlos Castaño y Diego Murillo Bejarano, mejor conocido como “Don Berna”.
Esta agrupación también contaba con el apoyo de diversos actores, entre los que destacaban el Gobierno de Colombia, agentes de la DEA, otras organizaciones criminales y los familiares de los dos socios de Escobar asesinados en prisión.
Tras pasar más de un año prófugo de la justicia, Pablo Escobar fue asesinado el 2 de diciembre de 1993 en el techo de una casa de Medellín mientras intentaba evitar ser capturado.
De acuerdo con las autoridades colombianas, la muerte de Pablo Escobar fue producto de un disparo de uno de los agentes relacionados al caso.
Sin embargo, a lo largo de los años se ha divulgado la información de que el asesinato del temido narcotraficante se dio gracias a la intervención de “Los Pepes”, quienes fueron los encargados de acribillar a Escobar.
