Grady Judd, presidente del consejo, dijo este lunes en una reunión, que “es fundamental” que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) modifique su política actual y “cree normas proactivas que permitan a las fuerzas del orden locales y estatales de Florida ayudar a ICE a alcanzar su máximo potencial” de deportación, de acuerdo a la información citada por el rotativo.
Compuesto por ocho miembros, todos jefes de departamentos de policía locales y de los condados, el consejo centró su primera reunión en las frustraciones y obstáculos que han enfrentado sus agentes para ayudar a ICE y al Gobierno Trump a cumplir con su agenda de deportaciones masivas.
Judd, que también es el alguacil del condado de Polk, una zona del centro de Florida, expresó su descontento a los miembros del consejo creado en febrero pasado, a la par de la Junta Estatal de Control de Inmigración.
Según USA Today, los alguaciles y jefes de policía dijeron estar frustrados con la Casa Blanca, tras el bloquear los intentos del estado de habilitar las 67 cárceles para albergar a extranjeros que supuestamente estén en el país de forma indocumentada.
ICE está enfrentando una escasez de camas para albergar a indocumentados pero debe apegarse a la ley federal para poder asignar contratos.
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