En la serie de Netflix Narcos se presenta el caso de Camarena, pero en 1985 su asesinato dejó expuesto uno de los periodos oscuros del gobierno estadounidense en su lucha en contra del narcotráfico.
La investigación oficial que se manejó en los último 35 años es que Camarena fue secuestrado por narcotraficantes cuando salió de su oficina en el consulado de Estados Unidos (EE. UU.) que funcionaba en Guadalajara, México.
La investigación concluyó que el agente antidrogas fue secuestrado, torturado y asesinado por narcotraficantes a los que investigaba en México.
La historia oficial podría cambiar debido a que el Departamento de Justicia de EE. UU. recabaron relatos de testigos que señalan a un oficial de la Agencia Central de Inteligencia y un agente de la DEA de fraguar un complot en contra de Camarena y participar en el crimen.
Los relatos habrían sido proporcionados por la viuda de Camarena y otras personas que están relacionadas con el caso y la primera línea de investigación.
En 2017 el Departamento de Justicia de EE. UU. empezó a reevaluar la primera línea de investigación y el año pasado luego de admitirse nueva evidencia forense un tribunal desestimó las sentencias condenatorias a dos hombres por la muerte.
Entre los testigos que han proporcionado nuevos relatos hay policías mexicanos que trabajaron para narcotraficantes y los líderes de los carteles les relataron que funcionarios de la CIA y DEA colaboraron para planificar el secuestro.
Los testigos han relatado que el funcionario de la DEA aceptó el dinero que le dieron los carteles del narcotráfico.