Las tres fotografías muestran la reducción paulatina de la masa de agua, con una profundidad de solo 3 metros.
Esa circunstancia, unida al entorno árido montañoso, provocaban que fuese “muy sensible a las fluctuaciones del clima”.
“Aunque no es la primera vez que el lago Poopó se evapora (la última fue en 1944), existe el temor de que tarde muchos años en rellenarse, en caso de que llegara a hacerlo” , subrayó la Agencia Espacial Europea.
La desaparición del lago, que ahora confirma la ESA, se hizo oficial el pasado diciembre, cuando el Gobierno boliviano de Oruro (oeste) aprobó una declaración de desastre natural del extinto lago, lo que permite acelerar el uso y la recepción de recursos económicos para paliar la catástrofe.
El Poopó era una parada de descanso para las aves que emigraban de norte a sur y también fuente de agua para especies altamente amenazadas como el puma andino.
El Gobierno boliviano estima que sería necesaria una inversión de 800 millones de bolivianos (unos 114 millones de dólares) para salvar el Poopó.
“Mientras tanto, los pescadores locales se han quedado sin sustento y el ecosistema del lago se muestra enormemente vulnerable” , concluyó la ESA.