La ceremonia tiene lugar el 6 de mayo en honor de los 147 guardias suizos que murieron en 1527 defendiendo al papa Clemente VII durante el Saco de Roma.
Los guardias, que se enrolan por un mínimo de dos años, deben ser suizos, católicos, de impecable conducta y menores de 30 años. Famosos por sus uniformes de oro y azul celeste, armados con alabardas y tocados con morriones de emplumado carmesí, protegen al Papa, realizan labores ceremoniales y ayudan en las funciones del Vaticano.