Antes, las autoridades manejaban un número de 13 muertos y ocho heridos de gravedad. Los incidentes tuvieron lugar en la cárcel de Cadereyta, unos 45 kilómetros al sur de Monterrey.
Un total de 54 presos están siendo investigados como presuntos responsables de los incidentes, que incluyeron ataques a reclusos rivales, la amenaza de lanzar desde una azotea a tres custodios y quema de colchones.
Un grupo de presos secuestró este martes a tres guardias, desatando incendios y un motín entre 250 reclusos que obligó a las autoridades a utilizar la “fuerza letal”, en un enfrentamiento que se tornó violento.
En México son frecuentes los motines y enfrentamientos entre grupos rivales en cárceles. Uno de los más sangrientos tuvo lugar en febrero del año pasado, también en Nuevo León, cuando murieron 49 presos en una disputa entre dos bandos del cártel de los Zetas en el penal de Topo Chico.
El descontrol de las prisiones quedó en evidencia con las dos fugas de prisiones de máxima seguridad del narcotraficante -ahora encarcelado en Estados Unidos- Joaquín el Chapo Guzmán, en 2001 y 2015.