CATALEJO

Antiguas palabras de gran actualidad

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LAS PALABRAS CONSTITUYEN una especie de seres vivos. Su existencia está determinada por el uso de los hablantes y por eso nacen, crecen, se reproducen (con ese empleo popular), y mueren. Pero quedan en los escritos, en los diccionarios de arcaísmos, o sea vocablos caídos en desuso. A veces resurgen y regresan a la vida enmarcada por su empleo. Un ejemplo sencillo: en Guatemala hoy en día se comprende el significado de “sicario”, es decir un asesino a sueldo. En la actualidad se está convirtiendo en un tipo de asesinato derivado de las actividades del narcotráfico. En las Grecia y Roma antiguas su significado era conocido y aparece en textos de la época.

MENCIONO ESTO PORQUE la semana pasada, mi buen amigo Roberto Gutiérrez, en su artículo del 22 de octubre en elPeriódico, titulado Hibris, menciona esa palabra, junto con “frónesis”, su contrario. A ambos los sacó de la urna para aplicarlos a la realidad política guatemalteca. Wikipedia define a hybris (con y), como desmesura (falta de mesura, o sea falta de comedimiento, moderación, compostura, templanza). Frónesis, por su parte, es la virtud del pensamiento moral, la sabiduría práctica, la prudencia, la habilidad cómo debemos actuar para cambiar las cosas, y también para comprender la diferencia entre el bien y el mal. El articulista cita unas definiciones de los dos términos aplicadas al campo de la práctica política, reales e interesantes.

HYBRIS, DICE, ES EL SÍNDROME “que provoca la desmesura en el poder; la enfermedad de los políticos que llegan a creerse con el derecho absoluto sobre personas y bienes… imagina que lo que piensa es correcto y lo que opinan los demás, no; cree que todos los que lo critican son sus enemigos”. Respecto a frónesis, cita la obra Ética a Nicómaco, de Aristóteles, quien la define de la manera como señalo en el párrafo anterior. Pero ¿cuál es la relación de estos términos con la política guatemalteca de los últimos años? Muy sencillo: son conceptos de hace más de dos mil años, aplicables con toda cabalidad ante la exigencia popular chapina por castigar a los corruptos, y también a quienes cualquier crítica o falta de alabanza les parecen clara y evidente mala voluntad.

OBVIAMENTE, HAY OTROS conceptos aplicables: quienes están enfermos de hybris son enfermos de irracionalidad, orgullo, desequilibrio mental o prepotencia. Los ejemplos de políticos guatemaltecos con esta característica no solo son numerosos, sino están activos, sobre todo en urbes de gran tamaño. Por otro lado, los ejemplos de políticos —en realidad, politiqueros— con frónesis son francamente escasos, y esa falta de corrección convierte al viejo dicho popular de “es tonto quien deja algo” en una especie de biblia del abuso a cualquier nivel. Viene al caso hablar de este tema, a causa de la actual insistencia en la práctica de valores éticos y de la llegada de personas sin mácula a las instituciones dirigidas por personas no electas en los comicios dominicales.

ASÍ COMO LO MÁS PRÁCTICO es una buena teoría, lo más efectivo para la comprensión de conceptos en los cuales encaje una necesidad, un deseo o una exigencia —como en este caso el regreso al gobierno correctamente realizado— es buscar el vocabulario histórico, porque con toda seguridad en otros siglos se dieron las condiciones para las actuales exigencias de Guatemala. Es cuestión ahora de comenzar a emplearlas, a fin de iniciar su regreso al uso cotidiano, con la ventaja de poder ser aplicadas en otros países, a causa de sus orígenes grecolatinos, de donde procede un muy alto porcentaje de las palabras. Ojalá dentro de poco podamos calificar a los políticos guatemaltecos como incorrectos, culpables por practicar la hybris, o correctos, por hacer eso con la frónesis.

ESCRITO POR:
Mario Antonio Sandoval
Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.