CATALEJO
Ayuda a trabajadores y empresas esenciales
La realidad del coronavirus obliga a reabrir la economía, pero debe hacerse por etapas, para evitar males peores a los causados por la crisis. El viernes conversé con Roberto J. Argüello, mi amigo y excolumnista de Prensa Libre, ahora banquero estadounidense, nacido en Nicaragua y economista liberal. En la plática salió el concepto de “trabajadores y empresas esenciales”, quienes en el caso de Guatemala y otros muchos países, incluyendo Estados Unidos, son la causa por la cual la economía bajó de intensidad, pero no colapsó. Los servicios se han mantenido, aunque disminuidos, y son personas cuya labor ha tenido una importancia fundamental, no valorizada por invisible. Ellos sostienen la economía, aunque no tengan fortunas y dependan muchas veces de salarios modestos.
La lista es larga, dice Roberto, y menciona a médicos, enfermeras, personal de salud pública, dentistas e higienistas dentales, psicólogos y psiquiatras, optometristas, oculistas, nutricionistas, terapistas ocupacionales, físicos, recreacionales y del habla; consejeros juveniles, de salud mental, adicción, vocacionales, de manejo de crisis, de cuidados infantiles y de ancianos. Pero también maestros, policías, bomberos, trabajadores de servicios públicos, de construcción, maestros, choferes de autobuses y de tráileres, repartidores, trabajadores de servicios para vehículos, gasolineras, lavanderías, centros comerciales, hoteles, personal de limpieza, automóviles, y reparación de automóviles, recolectores de basura, y un largo etcétera.
' La nueva normalidad requiere decisiones valientes y, sobre todo, realistas ante la súbita realidad provocada por la pandemia.
Mario Antonio Sandoval
A esta lista agrega a los cajeros y personal de bancos y de los reguladores bancarios, pero con algunas características distintas, pues necesitan de la comprensión popular de su papel. Estos reguladores en Estados Unidos los han instruido a apoyar a sus clientes, y si lo hacen no les impondrán reservas onerosas debido a darle una mano a los deudores en problemas. Debido a esto, los deudores en EE. UU. retrasados por causa del coronavirus tendrán seis meses de moratoria de sus deudas, y la suma se agregará a la fecha del plazo final de los préstamos. La idea fundamental es darle apoyo a quienes deben pagar la planilla, para así evitar lo más posible la terrible realidad del desempleo, monstruo cuyas víctimas son casi siempre quienes no pueden defenderse sin un apoyo.
La pregunta de Argüello es si los reguladores del sistema financiero guatemalteco, el banco central y la Superintendencia han pasado directrices similares a los bancos, con este fin. Es una excelente pregunta… Hay otras medidas: la ayuda de los gobiernos a los ciudadanos y a los productos nacionales. China produce mucho más barato, pero el costo colateral es demasiado si causa cierre de empresas y desempleo. Haber hecho negocios con una dictadura comunista viendo solo el beneficio económico. Hoy emergieron los efectos, porque el ahorro del precio de un producto no se traslada al consumidor, sino aumenta la ganancia empresarial. Los países deben ahora tener criterios para asegurar su supervivencia, por ejemplo en la cadena de alimentos.
Todas estas ideas se basan en una lógica bastante simple, ya aplicada en otras situaciones de crisis. La banca debe estar fuera de la politiquería y dentro de la transparencia, lo opuesto a la corrupción. Una forma de apoyo a los ciudadanos lo da la industria de la construcción. Deben participar empresas serias, con experiencia, no creadas para pagar favores políticos: los corruptos imposibilitan el avance de los países. Por aparte, es serio el problema de la falta de liquidez, de dinero. Las remesas se reducirán y se deberá saber el diagnóstico de las finanzas nacionales. Todo es complejo, pero se debe tomar en cuenta el pensamiento de más personas. Es indispensable hacer un lado el encajonamiento ideológico basado en realidades superadas en pocos días por un enemigo invisible causante de cambios totales, y pensar en el beneficio humano.