CATALEJO
La búsqueda de los ocultos responsables
Las últimas semanas se han caracterizado por el aumento de las sugerencias, algunas veces exigencias, de la renuncia de Alejandro Giammattei del puesto público al cual llegó como resultado de acciones y decisiones de personas integrantes cada vez más de distintos sectores de la sociedad. Debido al incremento, quienes están empecinados en verlo como efecto de ideologías se quedan sin espacio para ese criterio. La lista Engel, con los veinte funcionarios anteriores o actuales, es atacada con el argumento de la presunción de inocencia. Esto resulta patético porque no han sido o están sometidos a juicio en territorio de Estados Unidos, con excepción de Mario Estrada, sino son opiniones de considerarlos participantes en acciones delictivas, y sus visas han sido retiradas.
' Luego de la necesaria depuración generalizada, la tarea es buscar a ciudadanos sin tacha y dispuestos a cambiar al país.
Mario Antonio Sandoval
Ningún país tiene la obligación de dar a nadie una visa, porque es una autorización voluntaria de ingreso por un determinado tiempo y puede ser retirada en cualquier momento. Equivale al derecho de una persona particular a permitirle o prohibir la entrada a su casa a cualquiera, sin necesidad de otorgar razones. Los extranjeros tienen derechos menores en los países vecinos, y mayores en donde han nacido. Entonces, esa solicitud solo provoca risa en quienes se enteran en Estados Unidos o cualquier otro país. El canciller guatemalteco –eso es otro asunto- dice, sin inmutarse, no haber leído el contrato con los rusos. Ahora Giammattei le echa toda la culpa a la ministra de Salud, porque estultamente cree librarse así de su evidente responsabilidad.
Lo ocurrido hoy en Guatemala es un resultado, no una causa. Hay motivos aparentemente sin relación, pero fueron fundamentales. Los principales responsables de la llegada de Giammattei son la hoy superpoderosa jefa del Ministerio Público, al declarar ilegal su participación un día después de cerrarse la fecha de inscripción de candidatos, y también el Tribunal Supremo Electoral, nefasto, que apoyó solapadamente a Sandra Torres. En segundo plano, toda la manada de candidatos sin posibilidad de ganar, pero sí de restar los votos a Torres, con un par de excepciones. En la segunda vuelta, el candidato oficial fue Giammattei, beneficiado por los votos de quienes creyeron sus mentiras y los de votantes decididos a votar por cualquiera, para impedir la llegada de la expresidenta de facto.
En el 2015, la plaza se llenó por varios fines de semana para sacar a los multicorruptos patriotistas. La semana pasada hubo un llamado a los ciudadanos a ir ayer al frente del Palacio a exigir la renuncia de quien es una mezcla de bufón, incapaz y dispuesto a hacer de todo, incluida la muerte de las víctimas del covid-19. No habrá resultado porque hace pocos meses el gobierno sacó a las fuerzas policiales a agredir sin piedad a los manifestantes, y envió a maleantes a incendiar el Congreso. Las fotos periodísticas mostraron dentro del edificio artefactos de terrorismo, sin duda gubernativos. Fue la primera acción pública de un gobierno tiránico dispuesto a provocar el miedo ciudadano y ello provoca la exigencia de la renuncia y juicio de toda la cúpula politiquera.
Estados Unidos tiene en Guatemala a un aliado incondicional, pero le ha dado más vacunas a El Salvador y Honduras, lo cual expresa su disgusto, demostrado por la presencia de funcionarios de altísimo nivel, como la vicepresidenta Kamala Harris y hoy está programada otra. Al ver el país con realismo, no con ilusión, salta a la vista cómo el país se hunde en todo. Ha habido solicitudes de cambios en las instituciones políticas más importantes, pero será inútil si no se hace una limpia total, con el objetivo de interesar a personas decentes, sobre todo jóvenes, por ser la mayoría poblacional. Al lograrlo, quienes sean llamados a formar filas anticorrupción y pro democracia real, están obligados a aceptar.