LIBERAL SIN NEO

La guerra contra passer montanus

En la historia de la humanidad han ocurrido guerras bizarras por causas fantasiosas, con resultados trágicos. Una que merece ser recordada y estudiada es la que libró China en 1958. Ese año, El Diario del Pueblo, de Pekín, proclamó la declaración de guerra emitida por el líder Mao Zedong: “ni un guerrero se retirará hasta que la batalla sea ganada, todos deben unirse con ardor y coraje, debemos perseverar con la tenacidad de revolucionarios”. La guerra total contra el enemigo exigió la atención y movilización de toda la población, una batalla hasta la muerte en la que el ejército, trabajadores del campo y la ciudad y hasta estudiantes escolares tomarían las armas. Todo ciudadano tenía el deber de matar al enemigo; cada muerto sería contado para asegurar que todos cumplieran su deber patriótico. China se movía como un solo cuerpo, por la radio se proclamaba un himno: “¡Levantaos, levantaos, todos con un corazón, desafiando al enemigo, marchen, marchen!”

' Cada muerto sería contado para asegurar que todos cumplieran su deber patriótico.

Fritz Thomas

¿Quién era este enemigo mortal que merecía tal ferocidad? Passer montanus, el gorrión molinero, pajarito euroasiático de 12 centímetros. Cuando en 1958 el jefe del partido comunista chino, Mao Zedong, lanzó el programa “Un gran salto adelante”, cuyo objetivo era transformar China de un país agrícola a ser una potencia industrial, declaró la guerra a las cuatro plagas: mosquitos, moscas, ratas y gorriones. Expertos asesores de Mao calcularon que cada gorrión comía seis libras de grano, arroz, trigo y otros cereales, por año, atacando las cosechas mientras maduraban en el campo. “Los pájaros son animales del capitalismo”, decían las campañas del gobierno, “roban el trabajo y comen el alimento del pueblo”. Los cadáveres se recogían con palas y se mostraban orgullosamente como trofeos de patriotismo. Eliminar al enemigo, el gorrión, provocaría aumento de la cosecha de granos para que el gobierno pudiera exportar y obtener divisas extranjeras para importar maquinaria y así industrializar el país.

Los líderes del partido cambiaron de parecer en abril de 1960, en parte ante la insistencia del ornitólogo Tso-hsin Cheng, quien señaló que, además de arroz, los gorriones devoraban insectos. Sin gorriones que las comieran, proliferaron los enjambres de langostas que arrasaban las siembras. La producción agrícola se vino abajo, pero las autoridades confiscaban grano de acuerdo con su proyecciones de lo que los colectivos deberían producir. La guerra contra los gorriones fue tan solo una de las erradas políticas de “Un gran salto adelante”, como la colectivización de la tierra, uso de tecnología agrícola contraproducente y prohibición del comercio, que provocaron la Gran Hambruna China (1959-1961), en la que al menos 30 o hasta 55 millones de chinos murieron de hambre. Apologistas gustan de culpar a eventos climáticos por esta trágica hambruna (¿suena familiar?); hay clara evidencia de que fue causada por las mágicas políticas del gobierno chino, mandadas por sus líderes autoritarios.

Extraigo al menos tres lecciones de la guerra contra passer montanus, Un gran salto adelante y la Gran Hambruna China. La primera es la proclividad que tiene el autoritarismo de inventar enemigos del pueblo y movilizar a la opinión pública contra ellos para legitimar su liderazgo y abuso del poder. La segunda es su arrogancia cientificista; cree tener el conocimiento para mandar cambios radicales en el quehacer, sin sospechar o medir las consecuencias no intencionadas. El tercero es creer que, para generar bienestar, lo que él le va a dar al pueblo puede de alguna manera sustituir lo que el pueblo pueda producir.

ESCRITO POR:

Fritz Thomas

Doctor en Economía y profesor universitario. Fue gerente de la Bolsa de Valores Nacional, de Maya Holdings, Ltd., y cofundador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).

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