CATALEJO

La importante meta de los tres enviados

|

No sorprende la visita de tres funcionarios estadounidenses, al ir en la línea de las claras preocupaciones por la terrible “clepto-impuno-narco-cracia” instalada y afianzada en la Guatemala actual. Desde hace algunos días el mensaje se puede resumir en una nueva advertencia, sin gritos ni malos modos, pero igual de directa, de no otorgar más dinero a este gobierno y a los de Honduras y en algo al de El Salvador si no se deciden a luchar efectivamente contra la impunidad y la corrupción. Aquí, claro está, esa nueva actitud incluye todo el sistema de justicia y a leyes con dedicatoria vomitadas por un Congreso cuya indignidad es de campeonato. La presencia de ellos debe interpretarse como es: prueba de la pérdida de paciencia de quien, por su poder, puede dar manotazos.

' Los enviados podrán interpretar mejor la realidad si buscan fuentes de análisis y comentarios ajenos a los tradicionales o los burocráticos.

Mario Antonio Sandoval

Integran la misión Juan Sebastián González, de origen colombiano, director de asuntos hemisféricos en el Consejo Nacional de Seguridad; Roberta Jacobson, coordinadora de esa entidad para la frontera sur, y Ricardo Zúñiga, nacido en Honduras, subsecretario de asuntos occidentales del Departamento de Estado. Todos tienen influencia, amplia experiencia y dominio del idioma español, característica muy necesaria cuando su misión se dirige a gobiernos como los del Triángulo Norte, de tan limitada capacidad y sobre todo de experiencia diplomática, política y de análisis sobre cómo se ven esos temas al sur del Río Bravo y cómo es la perspectiva de ellos para poder así explicarla a quienes tienen el mando político en el gobierno estadounidense.

Desde la perspectiva de alguien convertido en ciudadano estadounidense y nacido en América Latina, la interpretación puede tener mantener lo más importante de ambos puntos de vista norte-sur sur-norte, pero además tener claras, por haberlas vivido, la dimensión de los problemas, el peso de la Historia y otras facetas adicionales. En el caso específico de Guatemala, sin olvidar a Honduras, necesitan comprender cabalmente la monstruosidad de los efectos de la imparable corrupción. Y para ello una fuente muy importante de conocimiento lo constituyen los analistas políticos de prensa, porque hacen las críticas con un nivel de resumen y de inmediatez sorprendentes para quienes están acostumbrados a los reportes académicos, políticos o diplomáticos.

Los visitantes deben tener también muy clara una característica de los funcionarios gubernativos guatemaltecos: la capacidad de mentir, aunada con la incapacidad de comprender el lenguaje diplomático, aunque sea áspero. Y a causa del simplismo del análisis realizado por representantes de algunos sectores del país, pueden esperar ataques de descalificación personal y falacias de argumentos ad hominem -dirigidas a la persona, no al cargo-. El subdesarrollo político del país, carente en realidad de toda ideología, es resultado del subdesarrollo politiquero, concepto relativamente nuevo para señalar el amiguismo y el nepotismo en sociedades como la nuestra. Deben tratar de pensar como sus interlocutores, no solo como piensa la alta jerarquía del Potomac.

En este momento hay muy justificados motivos de profunda preocupación fuera del país por la forma en que quedaron integradas las cortes Suprema de Justicia y de Constitucionalidad, así como el proceso previo, pero además de cómo el Ministerio Público actúa en muchas ocasiones. Por supuesto, ninguno de estos temas será nuevo para los visitantes, pero así como es muy distinto ver la foto de un monumento histórico a estar parado frente a él, no es o mismo leer informes que poner los pies donde se materializan esas sangrientas y asesinas lacras. Para finalizar, creo muy urgente permitirles a ellos entender una terrible verdad: la realidad guatemalteca en todas sus características no es mala, sino pésima, al haber llegado al punto de no poder ser peor.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.