Pluma invitada

Las cuatro claves de la innovación

Los líderes colocan a la innovación en el centro de las discusiones estratégicas y financieras.

¿Cuál es el papel de la innovación en el crecimiento de las empresas? En la era de disrupciones e incertidumbres incesantes, la innovación no es un lujo: es una necesidad. En 2023, McKinsey & Company realizó un análisis de 650 de las empresas públicas más grandes que recientemente lograron un crecimiento rentable y que destacaron en capacidades esenciales de innovación. ¿Cómo lo lograron? Analicemos sus mejores prácticas.

Los líderes colocan a la innovación en el centro de las discusiones estratégicas y financieras.

Cuatro claves a considerar. Los líderes demostraron dominio en elementos esenciales correlacionados con el desempeño financiero; además, incorporaron métodos de innovación a sus estrategias generales, activaron vías de crecimiento críticas en sus negocios principales y entraron solo en mercados donde tienen una ventaja competitiva.

Verbalizar la innovación como aspiración. Los líderes colocan a la innovación en el centro de las discusiones estratégicas y financieras, señalando así su importancia. Los mejores hablan hasta el doble de veces sobre innovación que sus competidores, y siempre con un enfoque de crecimiento sostenible e inclusivo. Además, comunican a los empleados aspiraciones alcanzables y objetivos claros para reducir los temores al fracaso y a las críticas que frenan la innovación.

Varios caminos para el crecimiento. Los innovadores generan crecimiento de ingresos tanto en sus negocios principales como en segmentos, industrias o geografías contiguas, buscando crecimiento en el core a través de mejoras operativas, comerciales, etc. Cuando exploran adyacencias y ven potencial, dedican esfuerzos y recursos a analizarla, y si es el caso, escalarla. Ejemplos hay varios: el crecimiento impulsado por el cliente, por la capacidad, por la cadena de valor o por la innovación del modelo comercial.

Invertir productivamente en todas las capacidades de innovación. Es importante hacerlo en capacidades críticas como investigación y desarrollo (I+D), recursos y agilidad operativa para generar resultados comerciales prometedores. En I+D se tiende a ofrecer resultados más tangibles (más patentes), tanto sólidos como con amplia aplicabilidad —esto indica una mayor potencia de creación de valor—. En recursos y operaciones, la clave está en adoptar modelos operativos ágiles e implementar procesos rigurosos y dinámicos de asignación de recursos, así como invertir más en tecnología digital y analítica (los mejores innovadores alcanzan hasta un 30% de ventaja).

Cultivar una capacidad programática de fusiones y adquisiciones (M&A). La capacidad para concretar acuerdos y para cultivar M&A (junto con lo antes mencionado en I+D, finanzas y operaciones) es un imperativo en la innovación moderna. Los mejores suelen hacer M&A programático y completan tres veces más acuerdos de fusiones y adquisiciones digitales en comparación con su competencia directa, lo que demuestra un deseo de adquirir capacidades técnicas, propiedad intelectual y la voluntad de adoptar nuevas tecnologías y métodos para mantenerse por delante de la competencia.

El crecimiento de hoy y la innovación del mañana. La clave está en colocar a la innovación en el centro de todas las decisiones y respaldarla con mentalidades adecuadas, múltiples caminos hacia el crecimiento y capacidades adecuadas. El camino puede ser difícil y la transformación probablemente requerirá tiempo y atención, pero los líderes empresariales que buscan emular a los mejores innovadores pueden eventualmente lograr un equilibrio rentable entre objetivos de crecimiento de hoy y el potencial de innovación de mañana.

ESCRITO POR:
Santiago Carbonell
Socio de McKinsey & Company