Hagamos la diferencia

¿Primera cosecha o cosecha de promesas?

Análisis crítico del informe presidencial de Bernardo Arévalo.

El pasado 14 de enero, el presidente de la República, Bernardo Arévalo, presentó su primer informe de gobierno, titulado La primera cosecha. En su discurso, destacó logros en educación, salud, vivienda, economía, seguridad y lucha contra la corrupción, mientras anunció nuevos programas prioritarios para el 2025. Sin embargo, detractores y analistas han cuestionado la magnitud de los avances y la efectividad de los proyectos anunciados, señalando retos profundos que el país aún enfrenta. Entre los logros presentados tenemos: a) educación: renovación de 11 mil escuelas y apoyo a más de tres millones de estudiantes con útiles escolares. b) Creación de 14 nuevos centros de atención y abastecimiento del 92% de medicamentos en hospitales. c) Vivienda: programa Mi Primera Casa, que benefició a mil 200 familias. d) Economía: crecimiento del 3.7%, aumento del salario mínimo e inflación reducida al 1.7%. e) Seguridad: reducción de la tasa de homicidios gracias al fortalecimiento de la Policía Nacional Civil y el combate al narcotráfico. f) Corrupción: creación de la Comisión Nacional contra la Corrupción y presentación de más de 200 denuncias de actos ilícitos.

Logros anunciados y críticas persistentes: los retos de un gobierno frente a las expectativas de los guatemaltecos.

Pese a los logros anunciados, las críticas surgieron: en educación, la renovación de escuelas fue tachada de superficial, sin reformas estructurales necesarias. En salud, persisten dudas sobre la calidad de los servicios y su equidad. En economía, señalaron que los precios altos de productos básicos, como alimentos y vivienda, golpean a los más vulnerables. En infraestructura, se criticó la falta de avances significativos, con casos como el daño en la autopista Palín-Escuintla. Diputados de oposición también cuestionaron la veracidad de los datos presentados, calificándolos de irreales.

La gestión financiera del presupuesto fue objeto de escrutinio. El presupuesto aprobado para el 2025 asciende a Q148 mil 526 millones, un aumento del 13.8%. Aunque representa una política de gasto expansivo, los analistas critican su distribución como más política que técnica, sin atender necesidades estratégicas. Arévalo anunció proyectos prioritarios: a) Plan Conecta: mantenimiento de carreteras y reparación de puentes. b) Crédito Tob’anik: apoyo a pequeños agricultores con créditos de bajo interés y seguros paramétricos. c) Plan Retorno al Hogar: reintegración digna de emigrantes retornados. d) Becas para Nuestro Futuro: ampliar el acceso a la educación superior para jóvenes de escasos recursos.

Pese a las promesas, los desafíos persisten. La corrupción, aunque enfrentada con nuevas medidas, sigue profundamente arraigada en las instituciones del país. Actores políticos y empresariales, incluyendo al Ministerio Público, presentan resistencias que limitan avances reales. En infraestructura, la ineficiencia administrativa sigue obstaculizando el desarrollo. La situación del kilómetro 44 de la autopista Palín-Escuintla es un recordatorio de las deficiencias en gestión. Además, la promoción de programas sociales como Mi Primera Casa necesita ampliarse para lograr un impacto significativo.

En conclusión, el informe de Arévalo refleja un esfuerzo por mostrar resultados en su primer año de gestión, pero también evidencia limitaciones estructurales que enfrenta Guatemala. La implementación efectiva de los proyectos anunciados para el 2025 será crucial para superar los desafíos y cumplir con las expectativas de los ciudadanos. La percepción general es que falta carácter para liderar este país; las acciones deben ser contundentes y enfrentarse sin misericordia a las estructuras que tienen capturado al Estado, sin ceder principios y valores para congraciarse con malos hijos de la patria que ostentan poder para sus beneficios personales.

El país urge de proyectos de impacto: como el metro subterráneo, megaproyectos de energía geotérmica, solar y eólica, aeropuertos y puertos modernos, infraestructura vial eficiente, infraestructura turística, entre otros, que catapulten al país hacia el desarrollo. Las alianzas público-privadas pueden ser claves en esto.

ESCRITO POR:
Samuel Reyes Gómez
Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.