POR LA LIBERTAD

¿Qué esperar de este gobierno?

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Cada día más personas se cuestionan la estrategia utilizada por el gobierno en cuanto a cerrar la economía para aplanar la curva. Y es que, a pesar de toda la destrucción de buena parte de nuestra actividad económica, los casos siguen en aumento, los hospitales están ya colapsados, los médicos son insuficientes, algunos no reciben sus sueldos y se quejan de falta de equipo de protección, las pruebas son escasas y las ayudas que fueron ofrecidas desde el inicio no llegan o lo hacen a cuentagotas.

' A tres meses de la pandemia y con los hospitales desbordados ya no es opción seguir cerrando.

Ramón Parellada C.

La credibilidad del gobierno se vino al suelo por inconsistencias entre los datos que proporcionan en las cadenas televisivas y lo que realmente ha salido de parte de funcionarios que han dado cifras que no coinciden. La información dejó de ser transparente. La decisión de no hacer pruebas masivas se debe a la incapacidad del gobierno por no haber adquirido suficientes pruebas y la mayoría de las que se han hecho se lograron gracias a las donaciones privadas. Pero las ineficiencias del gobierno se ven en todos lados. Nunca ha sido eficiente en nada. Este gobierno culpa a los anteriores por el mal sistema de salud, pero eso ya se sabía que era así cuando hicieron su campaña política.

Con un sistema de salud precario y con un tortuguismo típico de cualquier burocracia estatal, la destrucción de la economía está siendo más costosa que lo que hubiera sido simplemente haberse enfocado en construir más hospitales con cuartos de cuidados intensivos y dotar a los médicos de todos los insumos y equipo de protección necesaria. Mucho más de lo que se hizo. Sin necesidad de parar las actividades económicas que ahora tienen pasando hambre y sufriendo a miles de familias guatemaltecas.

El gobierno se metió a restringir derechos y libertades a las personas para evitar saturar los hospitales. Pero eso es historia. Se iban a saturar tarde o temprano. Cerrar al inicio podría haber parecido una opción a quienes creyeron en el gobierno y sus promesas, a quienes ingenuamente consideran que el gobierno es la solución cuando en realidad ha sido y sigue siendo el problema. A tres meses de la pandemia y con los hospitales desbordados ya no es opción seguir cerrando. La gente tiene derecho a obtener el sustento para sus familias a través del trabajo. Impedirlo a estas alturas, cuando ya están padeciendo hambre y otras enfermedades evitables, es una tremenda irresponsabilidad.

¿Qué esperar de este gobierno? Según el protocolo de apertura, la cosa va para largo y no veo claro cuándo comenzaremos a abrirnos a partir de la fase “cero”. Creo que este protocolo es irrelevante cuando la gente tiene hambre y ya no aguanta. Es verdad que muchas empresas siguen funcionando, pero ha sido una discriminación escoger cuáles son esenciales y cuáles no, cuando para un trabajador es vital poder llevar ingresos a su hogar. Me extraña que los sindicatos estén tan calladitos. Me extraña que la gente siga viendo el caos que es confiar en un gobierno que de entradita prohibió a los laboratorios y hospitales privados hacer pruebas y atender enfermos de covid-19, cuando lo correcto era que todos apoyaran contra esta difícil enfermedad.

No espero nada bueno de este gobierno. Además de lo ineficientes que son, han causado incremento en los costos de todas las empresas con sus restricciones draconianas y toques de queda, además de las prohibiciones de circular entre departamentos. Causaron desempleo. Nos endeudaron y emitieron dinero del banco Central que será inflacionario. Para ello nos elevarán las tasas impositivas y la economía no terminará de recuperarse jamás.

Mi única esperanza es que se entienda que hay que abrir de inmediato y
desregular para que la economía crezca incluso más rápidamente que antes. Eso salvaría a Guatemala.

ESCRITO POR:

Ramón Parellada

Empresario. Catedrático universitario. Director del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).