CATALEJO

Reflexiones sobre estrategas políticos

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La profesión de los estrategas políticos, cuyo trabajo al ser contratados consiste en llevar a la victoria al candidato, es una de las más incomprendidas, criticadas y muchas veces rechazadas. Tienen en común los muy altos honorarios de sus servicios, y se explica porque de su experiencia puede depender la llegada de alguien a un puesto público de semejante importancia. El presidente Giammattei sorprendió al afirmar haber sido gratuitos los servicios de algunos de ellos, así como haber estado pocas veces en Guatemala, y ser el partido Vamos el encargado de responder preguntas al respecto. (Por cierto, me gustaría saber el significado de la frase “nos la trae” referida al reportero Marvin del Cid, de Prensa Libre. Es demasiado pronto para pelear con periodistas.)

' Existe una tácita relación moral entre la victoria del candidato y cómo se comporta después en el ejercicio del cargo.

Mario Antonio Sandoval

En política, las críticas se centran en: uno, los mensajes vacíos de contenido. No dicen nada. Son humo. Dos, la actitud de los estrategas de trabajar sin convencimiento de las cualidades del candidato, sino solo de hacerlo ganar. Actuar así es contraproducente si en un mismo país trabaja en diferentes procesos electorales para aspirantes diversos, peor aún si luego de su derrota se ven involucrados en acusaciones legales en otros países, como el caso de Baldizón. Debería existir, creo, un tiempo mínimo para trabajarle a otro cliente. Los efectos políticos y de corrección personal en estos servicios no son olvidados pronto, pero sí renacen con facilidad al ser mencionados en la campaña por los adversarios como forma de debilitar al candidato contratante.

De los nombres mencionados el lunes en un trabajo de Prensa Libre, me llama la atención el contrato a Poll Anria, exasesor de Manuel Baldizón y de Sandra Torres. Sergio José Gutiérrez, el estratega digital —exmiembro y exdiputado de Nuevo León, México— asesoró a Hillary Clinton y Emmanuel Macron, hoy presidente de Francia. El español Jordi Segarra tiene experiencia en proyectos métrico-dirigidos en 15 campañas presidenciales y 59 campañas para gobierno en todo el mundo. Según los datos obtenidos por Prensa Libre, está siendo investigado en México por supuesto lavado de dinero en campañas del PRI. Alonso Cedeño, también mexicano, es estratega de nuevos medios en campañas presidenciales. Ello no indica, claro, falta de experiencia.

Quien ocupa el puesto principal es Yago de Marta, español, analista de las palabras de los discursos de Alejandro Giammattei, presente en la toma de posesión. Me gustaría saber su opinión sobre el ingreso a los acordes de A mi manera, de Paul Anka, hecha famosa por Frank Sinatra. Al estar muy interesado en romper las barreras de la comunicación, no entiendo su actitud de negarse a hablar con la prensa guatemalteca, ni cuando se llenan las condiciones impuestas por el nuevo gobierno. Por su parte, el panameño Poll Anria presume de algo débil: halagar la victoria a pesar de haber otros 18 aspirantes. En la realidad, estos se reducían a una media docena, porque también esta vez el voto fue mayoritariamente en contra de Sandra Torres y de la UNE.

Tales realidades de la política guatemalteca afectan el trabajo de los estrategas. Declaraciones como las de Gutiérrez, quien afirma “priorizar obviamente a las campañas que le pagan más”, causa disgusto en quienes ven la estrategia electoral de manera distinta, basada en valores aplicados a la política. Pudo haber dicho lo mismo con otras palabras, porque la única interpretación posible es la de un beneficio económico para él, con independencia de las cualidades de un aspirante para hacer un trabajo de resultado beneficioso para el contratante, pero también para el país. Debe haber una tácita aceptación de los criterios políticos. Por la índole de su trabajo, estos estrategas políticos no deben molestarse por el escrutinio, un examen previo para formar juicio de algo.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.