CATALEJO

Reto sin precedentes para estas elecciones

|

Invito a mis lectores a intentar hacer una tarea imposible. Se trata de ver el listado de los 23 partidos, aspirantes a la presidencia y a la vicepresidencia y luego contar a quienes conoce, ha oído mentar, desconoce, y por quienes tiene buena, regular, mala o pésima imagen. Esa es la parte fácil. La imposible, estoy seguro, consiste en unificar con una línea a los nombres de partidos y aspirantes, todos colocados de manera revuelta, al estilo de aquellos exámenes escolares donde se hacía eso. Por ello, la meta se vuelve otra: contar cuántos nombres conoce y cuántos no ha oído nunca. Para todo esto fueron colocados los paréntesis donde se deben colocar los números. Créanme, por favor: no se pierde tiempo: se dan cifras de algo conocido: el rechazo o desconocimiento populares.

Hice un sondeo —sin ninguna intención de sacar conclusiones— entre personas capitalinas diferentes en cuanto a educación, ingresos, lugar de residencia. Etc. Solo una persona conocía a cuatro vicepresidenciables, considerados pésimo, malo, malo y muy malo. Los presidenciables conocidos fueron nueve y de ellos la calificación de “regular” fue de solo tres, mientras el resto (11 respuestas) los consideraron malos a todos. Este es un lamentable resultado porque demuestra el rechazo mayoritario a los partidos y los políticos. En esas circunstancias es increíble el intento de censura del TSE, y solo se puede esperar la asistencia de los votantes, sobre todo a los sin duda aburridos y desmotivados jóvenes entre 18 y 35 años, la mayoría de la población votante.

Este ejercicio sin duda será frustrante para quienes dentro de tres meses estén frente a una papeleta con los rostros de todos estos aspirantes, a quienes la mayoría de los votantes no conoce y mucho menos podría enlazar con las agrupaciones postulantes. Si a esto se le suma la actual incertidumbre jurídica sobre algunas candidaturas, el panorama pinta desolador para cualquier posibilidad de fortalecimiento del sistema democrático.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.