HAGAMOS LA DIFERENCIA

Urge reforma educativa

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Es indudable que la educación es una de las principales vías para el desarrollo de un país. Un país educado permite que sus habitantes se conduzcan de una forma adecuada con principios y valores, respetuosos de la ley y con comprensión de los fenómenos y eventos a su alrededor. Para ello la educación debe ser integral, trascendente e innovadora, al trabajar los diferentes tipos de inteligencia, así como principios y valores. La educación preprimaria y primaria es fundamental para el futuro educativo personal. Sin embargo, en Guatemala es lamentable ver cómo se administra este tipo de educación. En el sistema educativo de nuestro país, Joviel Acevedo mantiene un liderazgo basado en la consecución de aumentos salariales sin ninguna obligación a cambio, como bien lo señala Mario Antonio Sandoval en su artículo “Donde pasa Joviel termina la educación”. Este personaje paraliza las actividades educativas cuando lo desea y asusta a los ministros de Educación y presidente en turno, obligándolos a pactar con él, tras oscuras negociaciones de prebendas para los maestros, sin cuidar la calidad de la educación, la que no es su prioridad. El último pacto colectivo se negoció en forma confidencial con aumentos al salario y bonos, sin exigir nada a cambio por parte de los profesores. Aunado a esto, en este mes se dieron a conocer detalles de los resultados de la reforma magisterial realizada en 2012 impulsada por Cinthya del Águila, la que ha sido un fracaso. La Universidad de San Carlos se desmarco de la obligación adquirida para la Formación Inicial Docente (FID) a partir de los bachilleres en Ciencias y Letras con orientación en Educación. Uno de los principales problemas es que los egresados del programa no han sido contratados por el Mineduc. La formación de profesores quedó en suspenso en 2012, han pasado 10 años y en concreto con esta decisión de la Usac por incumplimiento del Mineduc el país queda sin preparar docentes, lo que indudablemente impactará en el futuro.

' Urge una reforma educativa que emule sistemas novedosos de otros países, como Japón y Finlandia.

Samuel Reyes Gómez

Es urgente una Reforma Educativa sobre todo ahora con la experiencia de la pandemia, pero ¿Por qué seguir descubriendo el agua azucarada? Si a nivel mundial hay ejemplos de novedosos sistemas educativos que, con voluntad, son de fácil implementación como por ejemplo el sistema “Cambio Valiente” de Japón que forma niños “Como ciudadanos del mundo” basado en los programas educativos Erasmus, Grundtvig, Monnet, Ashoka y Comenius, en el que entenderán y aceptarán diferentes culturas y sus horizontes serán globales, no nacionales. El programa está basado en “cero materias de relleno” y “cero tareas” con solo cinco materias: Aritmética de Negocios, Lectura, Civismo, Computación e Idiomas. Otro ejemplo es el sistema educativo finlandés catalogado como de los mejores a nivel mundial basado en la innovación, igualdad de oportunidades, capacidad para implementar nuevos métodos y por los buenos resultados en los niños.

En mi artículo del 11 de enero deseo corregir el párrafo donde menciono las 15 universidades avaladas por el Consejo de la Enseñanza Privada Superior el cuál debe quedar así: “Es importante conocer que para que un título esté plenamente respaldado lo mejor es estudiar en una Universidad que esté avalada por el Consejo de Enseñanza Superior privada de Guatemala (CEPS). En Guatemala además de la Universidad de San Carlos que es la Universidad Pública con asignación presupuestaria de parte del estado, están actualmente autorizadas las siguientes universidades privadas: Universidad Rafael Landívar, Universidad del Valle de Guatemala, Universidad Mariano Gálvez, Universidad Francisco Marroquín, Universidad Rural de Guatemala, Universidad del Istmo, Universidad Panamericana, Universidad Mesoamericana, Universidad Galileo, Universidad San Pablo de Guatemala, Universidad Internaciones, Universidad de Occidente, Universidad Da Vinci de Guatemala y Universidad Regional. En total son 15 universidades”.

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.