CATALEJO
Debe aprovecharse la aparente calma
Los últimos días fueron de escaramuzas constantes entre los bandos en pro o en contra de la Cicig, por cierto una dicotomía a la cual ha llevado el simplismo conceptual generalizado entre detractores y defensores. Al presentarse la posibilidad de un espacio intermedio, las posiciones se han vuelto de una intransigencia rayana en el fanatismo y muchas veces en la estulticia. Un ejemplo fue el diputado-kaibil Galdámez, quien en su cuenta de twitter llegó al extremo de pedir la salida voluntaria y unilateral guatemalteca de la ONU. El lenguaje grosero, altanero y antidiplomático de la canciller Sandra Jovel validó la actitud de temor ante su inexperiencia y malacrianza.
Cuando la ONU admitió la posibilidad de un comisionado adjunto, prevista en el acuerdo inicial, echó agua a la fogata política. A partir de ese momento, de pronto se redujeron al mínimo los mensajes anónimos de ataque a quienes no aceptan la eliminación de ese ente, aunque admitan la necesidad de analizar sus acciones y sobre todo los motivos por los cuales se le acusa de parcialidad y de poca efectividad. En esa forma comenzó una tregua, una calma chicha política. Esta calma se presenta en el mar casi siempre poco antes de una tormenta. Pero para atrasarla o disminuir su fuerza, es necesario aprovechar el tiempo. Por eso creo necesario aceptar los criterios de algunos columnistas.
Menciono algunas frases de las columnas publicadas el pasado viernes, como un ejemplo de serenidad periodística. Jorge Jacobs afirma “prohibir el regreso de Velásquez fue un error del gobierno”; los netcenters y las redes sociales “quieren aparentar que toda la población los apoya”. Es necesario hacer “un llamado a la cordura para que la situación no se complique más”. Brenda Sanchinelli calificó de “repudiable”… “el fondo y la forma” de las palabras de la canciller. Luis Figueroa: “No me opongo a un acuerdo en que la Cicig nombre un adjunto y el jefe la dirija desde afuera”, “la conflictividad debe ser resuelta cuanto antes, por vías racionales, con los ojos puestos en el futuro y no en busca de alguna victoria pírrica”. Álvaro Castellanos: “El acuerdo de la Cicig evidentemente puede mejorarse”.
Gonzalo Asturias Montenegro se escandalizó por la “vulgaridad y la ordinariez” de la frase “San Goloteo el Chiquito, San Goloteo el Grande…” propios de un chiste de cantina o una noche de tragos”. Pide además “una Cicig transparente”, que rinda cuentas en todos los campos de su trabajo… porque no puede ser una entidad que ande por la libre, con poderes de horca y cuchillo…” A mi parecer, la polarización provocada por los netcenteros (deberían ser ilegales) se calmó cuando la ONU se pronunció y el gobierno comunicó su decisión de defender la constitución. Ojalá esto no se complique en la próxima presentación de Jimmy Morales en la sede de las Naciones Unidas. Si algo es terrible es la reacción inmediata y sin meditación de personas para colmo incapaces e inexpertas.
Esta vez, Jimmy Morales debe entender su papel de presidente de Guatemala. Nada de chistes ni payasadas. Leer el discurso. Ojo: leerlo. Ensayarlo. Nada de golpes de efecto teatral. Se presenta ante un foro mundial muy recientemente criticado en forma casi con patanería por su canciller, a quien también se le deben dar instrucciones precisas de comportamiento correcto. Debe estar preparado para una poca audiencia, algo natural en los discursos de jefes de Estado de países pequeños, pero además, con cierto nivel de curiosidad malsana. Sugiero llevar el discurso preparado desde Guatemala y analizado por representantes de diversos sectores, pues se evidencia una extraña lógica de quienes asesoran a la Cancillería tanto dentro como fuera del país.