A CONTRALUZ

¿Hay algo que celebrar?

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EL PRESIDENTE JIMMY MORALES TOMÓ una desafortunada medida cuando decidió que el Día del Ejército se conmemore de nuevo con el desfile militar que estaba suspendido desde hace ocho años para no ofender a las víctimas del conflicto armado. Ni siquiera el general Otto Pérez Molina permitió que el instituto armado saliera a las calles y durante su gobierno las actividades de celebración se efectuaron en la Brigada Mariscal Zavala, tal como corresponde a una institución del Estado. La actual coyuntura política en la que varios exjefes castrenses están procesados por delitos de lesa humanidad y otros por casos de corrupción no es la más recomendable para este tipo de festejos públicos, porque la población está indignada y pueden producirse enfrentamientos, totalmente innecesarios.

QUIENES PROMUEVEN ESTA CELEBRACIÓN ignoran la historia que hay detrás de la reforma de 1871. En la página web del Ministerio de la Defensa se alude al “145 aniversario de la gesta revolucionaria” en referencia a esa Reforma Liberal encabezada por Justo Rufino Barrios que impulsó cambios en la sociedad y dio vida al Ejército. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Ese movimiento en realidad puso en marcha el proyecto cafetalero de nación y quebró la columna vertebral de tenencia de la tierra de la Iglesia Católica, pero también despojó de la tierra comunal a los indígenas. Según Castellanos Cambranes (1992), “las tierras expropiadas a las comunidades indígenas, dependiendo de su extensión, ubicación geográfica e importancia comercial, les fueron adjudicadas a comerciantes e inversionistas extranjeros, altos personajes y oficiales del Ejército, ricos finqueros, especuladores y a parientes y paniaguados de políticos poderosos”. Fue la génesis del sistema de corrupción que ahora estamos viendo en el banquillo de los acusados.

LA NUEVA ESTRUCTURA ECONÓMICA liberal exigía mucha mano de obra barata, por lo que volvió a imponer el trabajo forzoso para que los indígenas estuvieran a disposición de los cafetaleros. Los indios no solo se convirtieron en mano de obra en situación de semiesclavitud, sino que las fincas acuñaron sus propias monedas como forma de pago, la cual solo tenía valor dentro de la hacienda, o sea el terrateniente siempre se quedaba con el dinero que pagaba a los jornaleros. Los indios quedaron bajo control de las autoridades que los proporcionaban en grandes cantidades a los finqueros, tal como ocurrió durante la época colonial. ¿Esta es la gesta revolucionaria que quiere celebrar el Ministerio de la Defensa, con la anuencia del presidente Morales?

ADEMÁS DE ESTA HISTORIA de despojo y expoliación, frente a la justicia está más de una decena de militares. Por el caso Creompaz se encuentran detenidos 10 militares, entre ellos Benedicto Lucas y Byron Barrientos, señalados de desaparición forzada y deberes contra la humanidad cometidos contra población indígena en las Verapaces entre 1978 y 1987. Vinculado a este caso se localizaron 535 osamentas de indígenas en fosas comunes, en la antigua Zona Militar 21 de Cobán. Otros cuatro militares, entre ellos Francisco Gordillo y Manuel Callejas y Callejas, están detenidos por el secuestro y desaparición del niño Marco Antonio Molina Theissen, en 1981. Por si no bastara, también están sindicados por hechos de corrupción varios militares, como el expresidente Pérez Molina y los exministros López Bonilla y López Ambrosio. Señor presidente Jimmy Morales, ¿será que hay razones para celebrar a todo lo alto el Día del Ejército?

@hshetemul

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.

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