CATALEJO

Ingresos y egresos

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La escapada de la rea “La Patrona” de la base militar Mariscal Zavala convertida en una prisión de reos especiales, o más bien su salida por la puerta principal, no debe sorprender a nadie, porque sorpresa es una palabra ya inexistente en el vocabulario cotidiano de los guatemaltecos. Sin embargo, sus implicaciones son en realidad preocupantes: se puede entender la facilidad de huida de los centros penitenciarios comunes, pero del principal cuartel del país, ya causa perplejidad, aunque no es la primera vez. En tiempos de Ramiro de León Carpio un soldado condenado a muerte por el cruel asesinato de un niño en Ciudad San Cristóbal también se escapó y nada se sabe de él.

La lógica ayuda a pensar un poco acerca de este caso. Si es posible escapar, también lo es entrar. Por ello hay contrabando de toda clase de objetos para los reos poderosos en las cárceles comunes, incluyendo armas. En el caso de las cárceles militares, la posibilidad del ingreso incontrolado permite pensar en el sicariato. Ya ha habido casos de reos con el poder suficiente para salir a pasar el fin de semana fuera del penal, o de irse a celebraciones familiares o con parejas sentimentales. Por eso lo ocurrido debe darles motivo de preocupación a los reos o a quienes esperan sentencia y se encuentran relacionados en casos de alta importancia y efecto mediático. Es innecesario señalarlos.

La reacción de los chapines fue la esperada: al mediodía del viernes miles de ciudadanos habíamos recibido una docena de mensajes “memes”, con muestras del humor como resultado de la impotencia y del convencimiento de la imposibilidad de lograr los cambios necesarios. El alcance de la corrupción es inconmensurable y por ello de nada sirve cualesquiera cambios en leyes, sin importar su nivel, si no se logra volver de moda, por expresarlo de alguna manera, a la responsabilidad y a la decencia como forma de actuar, tarea imposible si en la práctica no sólo no existe el castigo, sino tampoco la censura social ante el pillaje en cualquiera de sus manifestaciones.

Una Cicig  futbolera

La ONG más grande del mundo, llamada FIFA, no dejó dudas a nadie. Por un 99% de los votos mantuvo la suspensión al futbol chapín, nacional, lo cual se confirmará  si el Congreso, a la mayor brevedad, no autoriza los cambios, de urgencia nacional, para permitir el reingreso de Guatemala a la entidad rectora del deporte mundial más popular, en el cual se mueve la mayor cantidad de miles de millones de dólares del deporte, o del negocio así llamado.  Es una Cicig futbolera, porque intervino a causa de la actuación vergonzosa  de las autoridades de un deporte cada vez venido a  menos precisamente por quienes se apoderaron de su manejo y lo involucraron en corrupción.
Todo debe estar listo antes del 10 de octubre próximo. No es motivo de alegría,  sino prueba de candidez, considerar ese ultimátum como positivo porque no ocurrió la suspensión definitiva, pues esta sólo se atrasó por seis meses y dos semanas.  Pero es temerario apostar por la  permanencia de Guatemala en el futbol mundial. Talvez es  bueno: sólo habrá juegos locales, con la participación de  nuevas generaciones de jóvenes, y el alejamiento definitivo de casi la totalidad de quienes tienen ahora los mandos en el cada vez más deslucido campeonato nacional, donde la participación de foráneos es demasiado alta, y por ello se  impide el desarrollo de ese deporte.
Pero como hay varias similitudes entre este caso y la lucha contra la corrupción, de seguro habrá grupos dispuestos a rechazar a la FIFA y exigir el respeto a la dignidad nacional. Se les debe apoyar, digo yo, pues. Sólo me queda recordar cuando, de niños, con mis hermanos primos Sandoval Shannon (no primos –hermanos) íbamos al Mateo Flores a  emocionarnos. Mis nietos no han ido nunca.  Sólo volví dos veces en los más de veinte años pasados desde de la tragedia de las docenas de  muertos en un juego eliminatorio con Costa Rica, a causa de la sobreventa y falsificación de boletos.  Ojalá ahora pueda regresar a ver partidos de fut, no ejemplos de deporte-negocio.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.

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