EDITORIAL
Irresponsabilidad en uso de recursos
Con demasiada frecuencia se constata la sentencia de que “con amigos así, para que se necesitan enemigos”. Esto quedó ratificado ayer durante un interrogatorio efectuado por la bancada Encuentro por Guatemala al ministro de la Defensa, Williams Mansilla, quien no pudo hacer más el ridículo porque no dispuso de más tiempo.
Resultó más que penoso escuchar al máximo jerarca de las filas castrenses tratar de explicar el absurdo de haberse recetado un bono de riesgo para la cúpula de las Fuerzas Armadas y para el presidente Jimmy Morales, quien había sido premiado con 50 mil quetzales al mes. Este pago es a todas luces cuestionable y por ello el mandatario debió reintegrar 450 mil quetzales de inmediato al Ejército, a la menor insinuación de la Contraloría General de Cuentas de presentar una denuncia penal.
Sin embargo, la impertinencia de la máxima autoridad militar pudo más y llevó a límites intolerables su intento por explicar la legalidad de ese sobresueldo al mandatario, como cuando dijo, en tono cantinflesco: “No hubo explicación porque no tengo explicación”.
El osado funcionario incluso llegó al extremo de intentar frustrar el interrogatorio desde un inicio, cuando afirmó que toda la información estaba bajo reserva, porque ya había entregado datos a la Contraloría General de Cuentas, como si ese fuera un procedimiento que pudieran dictar autoridades ajenas a los entes de persecución criminal o judicial.
El máximo jefe del Ejército, quien está a punto del retiro, fue incapaz de explicar de manera convincente las razones que justificaran el pago al mandatario y sus argumentos provocaron risa entre los asistentes, porque muchas de sus afirmaciones entraron en abierta competencia con los dislates presidenciales, por la superficialidad de sus criterios y las pueriles justificaciones para erogar una cantidad millonaria de los fondos del Ejército, supuestamente necesitado de recursos.
Al ser cuestionado sobre la legalidad del mencionado sobresueldo, el ministro respondió que el “sustento legal” para crear dicho bono se le presentó al mandatario y este lo aprobó, como para dejar en evidencia el nulo criterio ético de la cúpula gobernante para tomar decisiones en claro beneficio personal.
Esa falta de idoneidad en todo tipo de medidas cruciales ha hecho que cada día sean más quienes consideran que del Gobierno o el Legislativo es de donde menos deben tolerarse propuestas para cualquier diálogo encaminado a desentrampar la crisis en la que sumieron al país el presidente, su rosca y diputados más cercanos.
El testimonio de una de las más altas figuras de los cuadros militares no solo cae en lo bufonesco, sino además es ofensivo, pues el de la Defensa es uno de los ministerios a los que más ha buscado ayudar el presidente y quizá por ello ha tratado de mantenerlo en tareas de seguridad ciudadana, aunque no sea necesario, o de ponerlo a bachear calles, sin que tampoco tenga la preparación para ello, lo cual solo acrecienta las sospechas sobre una conducta irresponsable en el manejo de los recursos públicos.