CABLE A TIERRA

Jimmy el Kamikaze contraataca

La Cicig, a cargo de Iván Velásquez, es de lo poco bueno que le ha pasado a Guatemala en muchos años. Junto al Ministerio Público, han librado batallas contra los poderes que han tenido al país de rodillas, y contra quienes sirven incansablemente para mantener vivo este sistema podrido. Su labor ha sido tan efectiva que, en el lapso de dos años y meses, luego del destape de La Línea, lograron rebajar con cada caso puesto a disposición del Organismo Judicial la gruesa capa de repello que recubrió por años los cimientos carcomidos de una sociedad acostumbrada a funcionar y a hacer negocios en modo corrupto.

Seguramente, si el comisionado y la fiscal general se hubieran quedado cazando funcionarios públicos, empresarios de poca monta, y a políticos indeseables y/o prescindibles por su poca utilidad al establishment, todo iría viento en popa. Pero no fue así. Por la acción del MP y la Cicig, dirigida por Velásquez, finalmente los sujetos tácitos de nuestros relatos de “poderes ocultos” han ido adquiriendo rostro, nombre, forma.

Una afrenta muy grande para el establishment, acostumbrado a la total impunidad y al virtual anonimato. Sin embargo, lo que en verdad preocupa no es lo que ya ocurrió; es el riesgo de que prosiga. ¡Capaz que logra llegar hasta la mera mata de güicoy!

Ignoro desde cuándo investigan los casos de financiamiento ilícito de la UNE y el FCN. Pero es obvio que el lado oscuro de la fuerza lo sabía hace ratos y planificaron su contraataque. En el caso del FCN, la trama incluye al propio presidente. Un sujeto con debilidades profundas de carácter y evidentemente de ética también, pero que, además, está en situación de altísima vulnerabilidad emocional. ¡El perfecto Kamikaze para asestarle un buen golpe a la Cicig, aunque lo quieran negar!

Comenzamos todos pensando que el escenario más probable es que el proceso siguiera el curso inmediato que siguió con Pérez Molina. Pero es obvio que dos años dieron tiempo a las fuerzas oscuras para tener más agilidad táctica. Defenestrar a Jimmy en el Congreso era seguir la ruta de Pérez Molina, así que, corruptos distribuidos a lo largo y ancho en el Congreso, Ejecutivo, Cortes, Anam, y el Ejército se han aliado y organizado un contraataque.

Ahora bien, la batalla contra la corrupción no es solamente prioridad nacional, es un asunto de geopolítica regional. Los que fueron aliados en 1954, difieren ahora en cuáles son sus prioridades para el país. Para las fuerzas oscuras y corruptas acá: preservar su estatus quo. Para la geopolítica regional, la estabilidad y seguridad requiere Estados más capaces, promover el desarrollo y generar oportunidades para la gente. Eso obliga a limpiar el Estado y a replantear algunas de las reglas básicas del funcionamiento social y de la economía. Allí está el crujir de dientes.

Ayer todavía se vislumbraba un escenario alterno de posible negociación entre partes, donde el presidente, cara visible de las fuerzas de la corrupción, llegara a un acuerdo con la fiscal y el comisionado, y así privilegiar la gobernabilidad del país. Hoy, mientras escribo esta columna, los movimientos de Jimmy y sus huestes sugieren que no hay acuerdo posible en el corto plazo. Las bravuconadas y las amenazas de guerra cimbran el ambiente. Los soldados de la ANAM se ponen a marchar.

No lo olvide: serán ellos quienes rompan el pacto constitucional, pongan la vida suya y de sus familias en riesgo, y sumerjan nuevamente al país en la total oscuridad. Iván es solo la excusa. Lo que quieren es recuperar el control del Estado y que reinen la corrupción y la impunidad. No les importará si para eso, sacrifican una vez más a la población.

karin.slowing@gmail.com

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