La luz de casos emblemáticos

En el caso Siekavizza quedó de manifiesto hasta dónde puede llegar el peligro de la violencia intrafamiliar, que no distingue ningún nivel social, pero también el tráfico de influencias y el pago de favores, única explicación para la forma como actuaron las autoridades en los primeros días de la desaparición de la madre, así como del padre y de los dos hijos de ambos, cuyo paradero se encuentra en el más absoluto misterio y llena de dolor a sus familiares, pero también a buena parte de la sociedad.

En el caso Bancafé se ha confirmado la manera inhumana como son tratadas las personas cuyas actuaciones deben ser conocidas por jueces. Se encuentran desde el viernes en una bartolina porque las diligencias que debían realizarse desde la mañana comenzaron en la tarde. Debido a ello, tanto sus defensores como algunos analistas jurídicos consideran que hay razones para pensar en acciones cuyo fin es la venganza o desviar la atención nacional.

Señalar esto no necesariamente implica afirmar la inexistencia de razones para los procedimientos judiciales. Sorprende la manera como han sido realizados. El lunes y ayer los capturados se mantuvieron en la carceleta del edificio de tribunales porque a cada uno les han leído la totalidad de los juicios. Ello obviamente atrasa la resolución del juez.

Los casos hoy comentados tienen características que obligan a plantificar cambios en la forma como son practicados algunos procedimientos legales, cuya necesidad en algunas ocasiones es obvia. Con independencia del resultado final, las entidades de derechos humanos, por ejemplo, y las que estudian los procedimientos jurídicos no se pueden quedar en silencio ante la necesidad de evitar que los ciudadanos de cualquier condición sean tratados de manera indigna cuando se ven privados de su libertad. Un ejemplo es la decisión de colocarles esposas a quienes son capturados o se entregan, porque al hacerlo de hecho se elimina la posibilidad de un escape. Otro factor debe ser la edad de las personas.

También resulta necesario decidir qué y cuánto se les debe leer a los enjuiciados o en proceso de una decisión de juez. De lo contrario, el efecto práctico resulta ser un alargamiento innecesario del sufrimiento y preocupación personales derivadas del mismo hecho de ser llevado ante las autoridades. Los casos emblemáticos lo son porque despiertan conciencias, sobre todo en el tema de que la justicia en democracia no implica necesariamente un castigo físico y emocional como el que han sufrido los involucrados en los dos juicios comentados hoy.

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