CON OTRA MIRADA

Nace una nueva tradición

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Roberto Eduardo Rivera Álvarez, aparte de buen hijo, generoso hermano, querido esposo, amoroso padre, acucioso y serio profesional, y excelente amigo, tuvo una consistente educación familiar y una sólida formación escolar en el English American School, en donde compartió con valiosos compañeros la rica e inquieta adolescencia. Su formación académica en las facultades de Derecho y Humanidades de la Usac incrementó su amplio rango cultural que compartió en los ámbitos en que se desempeñó a lo largo de su vida. Llegado el momento, puso tal bagaje al servicio de la Asociación de Educación y Cultura Alejandro von Humboldt, cuando su primogénito ingresó al Colegio Alemán. Durante muchos años integró su Junta Directiva, y siempre atendió consultas relacionadas con el tema de la legalidad y operatividad administrativa.

La vocación cultural de la Asociación fue un estímulo para alcanzar una meta de vida que durante muchos años guardó para sí, sintiéndose estimulado por los programas de estudio y estudiantes del colegio, algunos mayores que sus hijos, como el músico Paulo Alvarado y otros como Ricardo del Carmen Fortuny, compañero de su hija María Marta.

La música fue una de sus pasiones, por lo que a lo largo del 2017 trabajó con ahínco para lograr reunir a un grupo de músicos que representara de la mejor manera el espíritu cultural y educativo de la Asociación. Consideró que la música de cámara era lo más apropiado, pues se trata de música compuesta para un reducido grupo de instrumentos. En la Edad Media y Renacimiento los músicos se reunían a ensayar en pequeñas habitaciones —cámaras—, a donde asistían algunos aristócratas. Rápidamente el nuevo gusto se difundió y empezó a darse conciertos en pequeñas salas y en casas particulares.

Para alcanzar su objetivo, el primer paso fue buscar a Ricardo del Carmen. Para quienes desde hace mucho peinamos canas, reconocemos a Ricardito, como el hijo del gran director de la Orquesta Sinfónica Nacional, Ricardo del Carmen Asensio, a quien la patojada de los años 50 y 60 vio y escuchó a lo largo de su adolescencia, todos los jueves, durante las temporadas oficiales en el Conservatorio Nacional de Música.

Ponerse de acuerdo fue fácil, pues el mágico y maravilloso mundo de la música fue el común denominador del arduo trabajo que el intento implicó. Lograr el apoyo de la Junta Directiva para que financiara aquel primer intento, fue otra cosa, pero igual, fue bien recibido y aplaudido. En diciembre del año pasado se tuvo el primer concierto de la Camerata de la Asociación de Educación y Cultura Alejandro von Humboldt, con la participación del coro Ricardo del Carmen.

El pasado lunes 17 tuvo lugar el segundo concierto. En esta oportunidad, el programa fue dedicado a la música navideña, con un particular toque a la Concepción de María, que deleitó al nutrido público que asistió al Club Alemán. Las presentaciones de la Camerata son gratuitas, aunque hay una cesta en la que los asistentes depositan su donación voluntaria para la Asociación Alemana de Beneficencia, a fin de atender a miembros de esa colonia que lo necesitan.

Ha sido agradable ser testigo del nacimiento de una nueva tradición dentro del ciclo navideño. En este caso, desde el seno de la Asociación de Educación y Cultura Alejandro von Humboldt, que el licenciado Rivera Álvarez creó con entusiasmo para deleite de la élite cultural que atiende ese tipo de actividades, pero sobre todo, la satisfacción personal que tuvo para él, y lo que ahora significa para su familia, amigos y compañeros de trabajo de toda su vida.

jmmaganajuarez@gmail.com

ESCRITO POR:

José María Magaña

Arquitecto -USAC- / Conservador de Arquitectura -ICCROM-. Residente restauración Catedral Metropolitana y segundo Conservador de La Antigua Guatemala. Cofundador de la figura legal del Centro Histórico de Guatemala.