HAGAMOS LA DIFERENCIA
Navidad contaminante
Algunas de las tradiciones guatemaltecas en esta época provocan contaminación ambiental. La recién pasada quema del diablo es una de ellas. Los guatemaltecos aprovechan para quemar todo tipo de basura acumulada a lo largo del año. En sus inicios, la actividad se realizaba encendiendo fogarones con ramas y hojas secas de árboles frente a las casas, para alumbrar el paso de la procesión de la Virgen de Concepción. Lamentablemente degeneró en quemar todo tipo de basura como llantas, plásticos, colchones, muebles inservibles, papel, que libera todo tipo de tóxicos a la atmosfera, de por sí ya contaminada. En estas actividades ocurren incendios que han provocado pérdidas humanas y materiales. En tiempos recientes se ha tratado de paliar el daño, al incentivar la quema de piñatas con forma de diablo, que también han ido aumentando de tamaño con el paso de los años, dándose incluso competencias para lograr la de mayor tamaño en la cuadra o en la colonia. También algunas familias encienden velas de colores o faroles para celebrar el acontecimiento.
Durante todo el mes de diciembre, los niños, con escasa supervisión de los adultos, juegan quemando pólvora, desde cohetes, juegos pirotécnicos hasta cualquier tipo de artefacto de pólvora, acentuándose en los días 24, 25, 31 de diciembre y 1º. de enero. Es espectacular la quema a las cero horas del 25 de diciembre y a las 24 horas del 31 de diciembre, que dura varios minutos, con réplicas a las 12 y 18 horas del día siguiente. El anterior es acontecimiento que perdura en la mente de los guatemaltecos y que recuerdan con mucha nostalgia quienes viven fuera del país. Muchos niños se inician en el vicio del tabaco, pues utilizan cigarrillos para mantener una brasa que permita encender la mecha de estos materiales y artefactos de pólvora.
Los musgos, helechos, hojas y árboles como el pinabete, también pagan las consecuencias en esta época, pues son retirados de su hábitat natural para pasar a adornar las salas y casas de los guatemaltecos. Se utilizan también para los pesebres o nacimientos. Al finalizar la época navideña van a parar a los basureros o son quemados. Todos los años escuchamos de incautaciones que las autoridades hacen al transportar estos materiales hacia las áreas urbanas, y las campañas que se realizan para que se reduzca esta práctica, siendo escasos los resultados, pues siempre encuentran cómo burlar a las autoridades.
Durante esta época aumenta el uso de energía, debido al uso excesivo de luces, se incrementan las emisiones de dióxido de carbono y otros tóxicos que provocan producción de gases de efecto invernadero. Es evidente la depredación de los ambientes naturales, y la ocurrencia de incendios.
El Nacimiento de Jesús es un acontecimiento digno de celebrarse, y así lo hace la humanidad, muchas veces sin entendimiento de su verdadero significado, al darle mayor importancia a personajes como Santa Claus, pero debemos tomar conciencia de que podemos realizar esta celebración sin dañar el ambiente, al existir ahora alternativas para evitarlo. Es un tiempo propicio para la unión familiar, para buscar la paz con nuestros semejantes, para disfrutar, pero sobre todo debería ser para estar en armonía con la naturaleza, al evitar todo tipo de contaminación ambiental. Utilicemos árboles artificiales, o naturales cultivados —con marchamos que lo certifican—, adornos que no sean plantas o partes de ellas retirados de la naturaleza.
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