El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, se encuentra en una visita por invitación del presidente Otto Pérez Molina, en un hecho sin precedentes, que lo llevará a conocer diversos programas de cooperación española y a reunirse con los presidentes de los demás países centroamericanos, incluyendo Belice, Panamá y República Dominicana, con motivo del cierre de la reunión de los países integrantes de SICA.

Como se acostumbra ahora, una visita de ese tipo tiene un alto nivel económico. Por eso el visitante viene acompañado de dos decenas de empresarios españoles interesados en estudiar las posibilidades de invertir en Guatemala. Sin embargo, se trata de la visita de un jefe de Estado y por ello la parte fundamental se desarrollará en el campo político, acerca de lo cual hay algunos temas de suma importancia.

El primero, obviamente, se relaciona con la continuación del mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), por una razón sencilla: España es uno de los países donantes para esta institución, que se encuentra ahora en el centro de discusión nacional. Por supuesto, la forma como el presidente del gobierno español se refiera al tema sin duda alguna será de manera diplomática y respetuosa. Pero es importante conocer el criterio de España, integrante de la comunidad internacional que se ha interesado en analizar, y luego de ello colaborar con este país para ayudarlo a salir de la crisis de credibilidad interna y externa en la cual se haya ahora.

El visitante hablará con los presidentes que asistan, pero los diálogos más importantes son los dos que celebrará de manera bilateral con el presidente anfitrión. España se encuentra ahora en una posición muy favorable para convertirse en una puerta de entrada, en un puente económico para Guatemala a Europa. Pero no se puede olvidar que ningún jefe de Estado, por mucho que desee colaborar con otro país o una región, puede tener éxito si no son firmes y confiables las condiciones de estabilidad política, combate de la corrupción, cooptación de las instituciones del Estado, etcétera.

La relación personal entre mandatarios, gracias a la tecnología actual, puede ser instantánea o de muy corto tiempo, gracias a los aviones trasatlánticos. El conocimiento en manos de los ciudadanos es igualmente instantáneo, todo lo cual ha significado cambios fundamentales de las relaciones entre países. La presión de la opinión pública es cada vez más difícil de soportar, y ya quedó atrás el criterio de que las críticas provienen de un determinado grupo con intereses inconfesables. No tomar eso en cuenta es condenarse al fracaso de cualquier actividad política tanto nacional como internacional, en todo el mundo.

La visita del señor Rajoy puede acelerar el inicio de acciones provechosas para Guatemala, cuyos ciudadanos deben comprender que mucho de lo que ocurre en estas tierras ya ha dejado de ser un hecho sin importancia, y también que ya no es posible dejar dentro del país acciones cuyo conocimiento generalizado produzca vergüenza y sean inexplicables e injustificables.