PANÓPTICA
¡Presidente cobarde!
Los militares nunca han tenido una vocación democrática ni respetuosa de los derechos humanos, y mucho menos tienen el perfil de estadistas. Son sujetos inventados por los criollos para preservar el orden establecido que a través del ejército han creado nichos de poder en el Estado, erigiendo estructuras paralelas para controlar los negocios de la Administración Pública, además de ser los principales jeques fundacionales del crimen organizado.
Un errático empecinamiento kaibilesco de OPM al no renunciar a la Presidencia ante las evidencias de ser el Mero mero de La Línea, por la demanda popular y ciudadana, dado su nefasto y mediocre legado político (tres pactos del saqueo público), por su connivencia perversa y apátrida con Líder y Manuel Baldizón para entrampar el reformismo político-institucional, por sus políticas represivas en contra de los pueblos indígenas y actores que se oponen a la industria extractiva, por la defensa incondicional de su Amada amante (quemándose las manos por la muñecota de la mafia), por su remilitarización del Estado y de la sociedad; y por su cinismo y cobardía política, peleando una batalla que no podrá ganar, pues se ha quedado solo ¡Ah, con doña Rosita!
Por lo tanto, ciudadano OPM (no le llamo presidente porque hace mucho que no me representa y no cuenta con mi legitimidad), le hago las siguientes interrogantes: ¿Cuáles son las verdaderas razones para no abandonar la Casa Presidencial (ego, miedo, obsesión, ira y culpa)? ¿Qué está negociando con la embajada gringa, la Cicig, la cúpula empresarial, con sus lacayos políticos o con sus carteles? ¿Cómo y cuándo devolverán los millones estafados al pueblo guatemalteco usted y su tórtola La 2 (porque la cárcel no reintegra lo hurtado)? ¿Por qué asume una posición tan cobarde, irracional y prepotente ante la contundencia de los señalamientos, y ante su pobre capacidad para gobernar?
Coincido con usted en el sentido de que la otra Línea debe desmantelarse, sacando a luz pública y enjuiciando a los peces gordos del sector empresarial que hace mucho tiempo se benefician del contrabando y la defraudación aduanera, y también estoy de acuerdo en que el intervencionismo yanqui y la influencia de la comunidad internacional es innegable; son variables yuxtapuestas que la ciudadanía debe comprender, pues son actores con poder de veto en la real politik y no son la panacea del desarrollo democrático.
Pero, independientemente de esto, usted, como representante de la unidad nacional, debe renunciar por la mínima dignidad y ética que le queda, ponerse a disposición de los tribunales de justicia, pedir un perdón (pero en serio y de corazón) al pueblo de Guatemala por haber abusado de su autoridad, por ser un mitómano empedernido y por saquear inescrupulosamente el erario nacional, mientras niños mueren por desnutrición, no hay educación de calidad para los nuevos ciudadanos, etcétera; pues la ciudadanía ya no soporta más descaro y hostilidad de su parte.
P.D. Reflexione, porque la conflictividad se acrecienta y los meros tatascanes nacionales/globales van tras su cabeza sin su consentimiento, y tráigalos a la tumba también.
framont@gmail.com