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Así se han movilizado las poblaciones en las zonas capitalinas en los últimos 70 años y estas son algunas de las necesidades urbanas

Las ciudades sintetizan las características del proceso de urbanización, economía, planificación. ambiente y salud. Constituyen soporte de mercados, entre ellos suelo y vivienda; trabajo, transporte y servicios públicos.

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La ciudad de Guatemala ha crecido y se hace indispensable pensar en nuevos ingresos y otras salidas del municipio. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

La ciudad de Guatemala ha crecido y se hace indispensable pensar en nuevos ingresos y otras salidas del municipio. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

En la estructura urbana de la república predomina la ciudad de Guatemala frente a otras de menor tamaño. Su territorio, desde su traslado, sirve de asiento a la capital, sede del poder político y del núcleo económico más importante. En relación con la ocupación física del suelo, existe un predominio del uso habitacional, seguido de vialidad, equipamiento, industria, comercio y espacios abiertos.

La ciudad de Guatemala está asentada en el municipio de Guatemala. Tiene una extensión territorial de 229.5 kilómetros cuadrados, equivalente al 0.19 por ciento de la extensión territorial de la república. En 1950, en él residía el 10.55 por ciento de la población total y al 2018 disminuyó su participación a 6.20 por ciento. En torno a la población urbana, a 1950 radicaba ahí el 40.82 por ciento de la población urbana de la república y para 2018 disminuyó al 11.51 por ciento. Sin embargo, esta tendencia ha sido reemplazada por la expansión del área metropolitana de la Ciudad de Guatemala (AMCG), que abarca la mayoría de los municipios del departamento de Guatemala. Adquieren importancia los municipios contiguos: Mixco, Villa Nueva y San Miguel Petapa, entre otros. Estos procesos y las relaciones funcionales con otros municipios prevén el fortalecimiento de la región metropolitana, más allá del departamento de Guatemala, inclusive.

Zonas municipales

El acuerdo municipal de descripción de las zonas de la ciudad de Guatemala del 7 de diciembre de 1971 dividió el área del municipio en 25 zonas municipales. La subdivisión de mayor extensión es la zona 18, con 40.26 kilómetros cuadrados, que representa el 17.54% de la extensión del municipio. Luego, la zona 25, con 33.21 kilómetros, equivalente a 14.47%, y la zona 24, con 23.4 kilómetros cuadrados, igual a 10.20%. La dinámica poblacional en las zonas municipales muestra que para 1950 fueron importantes las zonas 1 y 3, por su mayor proporción en la población total del municipio, siendo 26.66% y 15.01%, respectivamente. A partir de 1973 tomó importancia la zona 7, su población fue equivalente al 12.5% del total del municipio. Al año 1981 sobresalió la zona 7, con 15.0%, y toma auge la ocupación de la zona 18, 12.4%. El poblamiento prosiguió en 1994, cuando en la zona 18 se localizó el 17.01% de la población del municipio y en la zona 7, el 15.6%. Al 2002 sobresalen las zonas 18, 7, 6 y 21, y en 2018 fortalecen su predominio la zona 18, con el 22.2%, y 7, con una participación de 14.8% de la población residente en el municipio.

Densidades de población

En 1964 destacaron las zonas 8 y 1. Aun cuando en la ciudad la densidad promedio fue de 2,663 habitantes por kilómetro cuadrado, en aquellas fueron 19,120 y 15,054.

Para 1973 tomó importancia la zona colindante con Mixco, la 19, tendencia que a esta fecha se mantiene. En 1981 declinan las densidades poblacionales en las zonas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, 10, 12 y 13. Y en 1994 prosiguen las disminuciones de las densidades en las zonas 1, 2, 3, 4, 5, 8, 9, 10, 11, 12, 14, 15 y 19. Las zonas periféricas que reforzaron su densidad fueron las 16, 17, 18, 21, 24 y 25. En 2002 se reportaron las mayores densidades poblacionales, 22,819 hab./km2. (zona 19), y 14,758 hab./km2. (zona 21). Luego las zonas 6, 5 y 1 con 12,554 hab./km2, 12,373 hab./km2 y 10,562 hab./km2. Hacia 2018 las mayores densidades ocurren en las zonas 19 (18,481 hab./kKm2), 21 (15,728 hab./km2) y 6 (11,603 hab./km2). A esta fecha la densidad promedio en la ciudad fue de 4,023 hab./km2.

Esta situación trae correlacionados cambios de usos del suelo, el aumento en la demanda de vivienda y servicios públicos urbanos. En cuanto a la vivienda, las zonas municipales con mayor localización de viviendas para 2018 fueron: la 18, con 58,416 unidades, y la zona 7, con 36,607. Sin embargo, dentro del número de viviendas existe un porcentaje que no reúne las condiciones de dignidad. Especialmente las ocupadas por la población de escasos recursos. Una de las causas es la inexistencia de una política de vivienda social, por no ser considerada por los diversos gobiernos como una prioridad social.

 

 

Lo anteriormente expuesto muestra la expansión de las áreas urbanas hacia las rurales. El crecimiento de las ciudades, en una primera etapa, es fortalecida por el flujo inmigratorio de fuerza laboral. En una segunda etapa se inicia una dinámica de cambios residenciales de las zonas centrales hacia zonas periféricas o municipios cercanos como Palín, en Escuintla, y San Lucas Sacatepéquez, en Sacatepéquez.

Esto plantea para su desplazamiento diario necesidades de nuevas vías de acceso y de salida de la ciudad. Cuando esto no sucede se produce congestionamiento vial, con un costo social no cuantificado, asumido por los trabajadores. A esto se suma la ausencia de un eficiente sistema de transporte público, actualmente se privilegia el uso de vehículos particulares. A lo anterior contribuye la inexistencia de vías exclusivas para el ingreso y salida del transporte de carga, lo que obliga a retomar la positividad de la planificación urbana para facilitar la movilidad de la población y de los circuitos económicos en esta área geográfica.

En la coyuntura actual, la pandemia del covid-19 ha provocado el mayor número de fallecidos en las áreas urbanas de la ciudad de Guatemala, Mixco, Villa Nueva, Amatitlán y San Miguel Petapa, siendo las tasas: 59.55, 37.20, 36.17, 34.55 y 34.38 por cien mil habitantes. Como hipótesis inicial se puede afirmar que factores coadyuvantes a su contagio lo constituyen la concentración de la población, la densidad poblacional y la movilidad por factores laborales.

Ante todo es imprescindible fortalecer la inversión social en el sector salud. Para eso se debe tomar en cuenta que es un derecho humano y un bien tutelado en la Constitución Política de la República.

 

José Florentín Martínez López es investigador del Centro de Estudios Urbanos y Regionales, de la Universidad de San Carlos de Guatemala

 

Comparación de la ciudad en tiempos de Manuel Estrada Cabreara y en la actualidad.