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“El aumento a la alimentación escolar, en este momento, no contribuye en mejorar la calidad educativa”

Verónica Spross, de Empresarios por la Educación, menciona que los Q4 que se tenían asignados para cada estudiante alcanzaban para que tuvieran una alimentación nutritiva y saludable.

Con la pandemia, la alimentación escolar en las escuelas se suspendió, y se cambió por la entrega de bolsa de alimentos a los padres de familia. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Con la pandemia, la alimentación escolar en las escuelas se suspendió, y se cambió por la entrega de bolsa de alimentos a los padres de familia. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Las reformas a la Ley de la alimentación escolar aprobadas a finales de septiembre contemplan para el próximo año un incremento en el monto destinado para cada estudiante de preprimaria y primaria, y para el 2023 ampliar la cobertura a los niveles de educación inicial y nivel medio en el sector público.

Más allá de obtener los fondos para cubrir ese aumento, hay desafíos por delante para cumplir con lo que establece la normativa, como no sacrificar la cobertura educativa. Según Verónica Spross, de Empresarios por la Educación, en estos momentos no era necesario dicho incremento, más bien debió enfocarse en aspectos como que el Ministerio de Educación (Mineduc) dotara de tecnología a los estudiantes.

Un aumento de Q2 diarios a la alimentación escolar para cada estudiante de preprimaria y primaria es parte de las reformas a la Ley de Alimentación Escolar, ¿cuál es el principal reto para que el beneficio se concrete en el 2022?

Hay varios retos. El primero es de tipo financiero-presupuestario, pues se desconoce de dónde provendrán los recursos para cubrir los al menos Q916 millones de aumento en 2022. ¿Se cerrará el Ministerio de Desarrollo para cubrir este requerimiento de fondos?, ¿se tomará de algún otro fondo subutilizado del Gobierno? o ¿se reducirá la posibilidad de invertir en cobertura y calidad dentro del mismo Mineduc?

¿Era necesario dicho incremento o la asignación de Q4 que se tenía era la apropiada? ¿Había otras prioridades por atender?

No se considera necesario ese incremento al monto diario de alimentación escolar, los Q4 por alumno diarios que están vigentes, en 2019 alcanzaba de forma adecuada para brindar una alimentación nutritiva y saludable a los estudiantes. En visita a escuelas realizadas en 2019 se observó que había más de 20 menús que contenían proteínas, verduras, frutas y carbohidratos, o sea que desde el ángulo nutricional no era necesario el aumento.

Se considera que invertir más de Q916 millones adicionales a los Q1,870 millones que están asignados este año para alimentación escolar, no parecía prioritario.  Ello se concluye al comparar con las demás necesidades de cobertura y de calidad en la educación.

Hay rubros que podrían apoyar de mejor forma en el logro de las metas que se plantean en la propuesta de presupuesto del Mineduc 2022: 4.6% de incremento en Lectura y 3.5% en Matemática para estudiantes de sexto grado de primaria; 5% de incremento en Lectura y 3% en Matemática en jóvenes de tercero básico.

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Por tanto, ¿Qué estrategias se van a impulsar para lograr la mejora en Lectura y Matemática?  De la dificultad de alcanzar estas metas, deriva que sería mejor invertir los recursos escasos de que se dispone en el país para mejorar la formación para la vida de los niños y los jóvenes, que destinar recursos adicionales a la alimentación escolar.

Ahora bien, incluir a los jóvenes de básicos y del nivel inicial si parece importante.  Pero, podría hacerse un fondo de libre disposición de las Organizaciones de Padres de Familia (OPF), de modo que ellas de forma descentralizada pudiesen decidir si lo utilizan para tecnología y recursos digitales para los estudiantes, formación de los docentes o si les parece para alimentación escolar.

¿Cómo ve que se haya acordado dicho aumento sin que se tenga claridad de dónde saldrán los recursos que se necesitan para financiarlo?

Es preocupante que se haya acordado el aumento al monto diario de la alimentación escolar sin que se tenga claridad de dónde saldrán los recursos para financiarlo. Los diputados ponentes de dicha ley han señalado que se buscarán fondos dentro del presupuesto del Gobierno que tengan baja calidad o no se ejecuten, y que de allí se van a hacer las reasignaciones.

¿Qué salidas se puede encontrar para conseguir el presupuesto y cumplir con este incremento que la ley establece, sin afectar temas torales en Educación, como la cobertura o la calidad educativa?

Es complejo, ya que al Ministerio de Educación anualmente el Ministerio de Finanzas Públicas le asigna un techo, que es lo máximo que puede gastar durante el año. Con esta nueva ley, el aumento del rubro de alimentación escolar absorbe más de la mitad del aumento que podría tener el Mineduc en 2022, y esos son recursos que podrían destinarse para incrementar la cobertura en secundaria o en preprimaria, donde todavía se observan déficit.

Además, los recursos tendrían mayor impacto en el logro de las metas de aprendizaje mencionadas en la presentación del proyecto de presupuesto (Lectura y Matemática) si se invirtieran en los rubros que impactan la calidad de la educación, como materiales para los estudiantes, libros de texto, capacitación para los docentes sobre educación a distancia y modalidad híbrida, acompañamiento pedagógico a los docentes y directores, así como dotación de equipo tecnológico para los estudiantes, contenido digital y conectividad.

La cantidad de Q900 millones alcanzaría, por ejemplo, para dotar a 800 mil estudiantes o a todos los estudiantes de secundaria en centros educativos públicos de una tablet con contenido educativo que les ayudaría en su aprendizaje.

 

Con 110 votos a favor, los diputados del Congreso de la República aprobaron el 29 de septiembre las reformas a la Ley de alimentación escolar. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

 

Aparte del tema financiero, para el 2022 ¿qué otros retos plantea, para el Mineduc, las reformas a la Ley de Alimentación Escolar?

Otros retos incluyen la conformación de OPF en los centros educativos del nivel medio, preparándolas para ejecutar el programa para estudiantes del ciclo Básico en 2023, ya que los institutos no cuentan con dicha entidad comunitaria. Además, en secundaria, los establecimientos no cuentan con una cocina, por lo que surge la duda de si se tendrá la capacidad de habilitar cocinas o se facultará la contratación de servicio de alimentos preparados externamente.

También se deberá preparar menús saludables conforme al presupuesto de Q6 diarios por estudiante y capacitar a las más de 30 mil OPF para que puedan ejecutar los fondos de manera que cumplan con la expectativa de preparar menús saludables, nutritivos y que cumplan las normas de bioseguridad.

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Desde el año pasado por la pandemia del covid-19, la alimentación escolar llegó a los estudiantes en bolsas con productos diversos ¿cómo evalúa dicha estrategia?

La entrega de alimentos a los padres de los estudiantes de preprimaria y primaria ha sido bien valorada, pues ha constituido un importante compensador social, que ha ayudado a las familias, especialmente en regiones muy impactadas por la pandemia y por otras situaciones de pobreza. El proceso de entrega es descentralizado por lo que ha funcionado bien, habiendo sido un acierto del Ministerio de Educación para contribuir a la nutrición de los niños en el hogar.

Para el 2023, como parte de las modificaciones a la ley se amplía la alimentación escolar a los niveles de educación inicial y de nivel medio ¿Cómo afectará en el presupuesto del Mineduc?  

Se requerirán al menos Q300 millones adicionales en 2023, es decir el aumento a la alimentación escolar en dicho año ya incorporará los Q916 millones del 2022 más los Q300 millones para cubrir los niveles de educación inicial y ciclo Básico del nivel medio, el impacto fiscal en 2023 se estima será mayor a los Q1,200 millones.

¿Será medible y en cuánto tiempo, una mejora de calidad educativa con la inversión en programas de alimentación escolar?

La alimentación escolar ayuda en la retención y permanencia de los estudiantes en la escuela, pero tal y como estaba la asignación eso ya se está logrando, no se conoce un análisis técnico que señalara la necesidad del incremento. Por otra parte, el aumento en la alimentación escolar, en este momento, no es un factor que vaya a contribuir en la mejora de la calidad educativa. Y, menos aún, en situación de pandemia.

Los factores vinculados a la mejora del aprendizaje son otros, más bien relacionados al fortalecimiento de capacidades de los profesores, y a la disponibilidad de materiales de aprendizaje para los estudiantes. Por ejemplo, la inversión en libros de Matemática o de Lectura podría tener un efecto mayor en la calidad de la educación, así como el fortalecimiento del sistema de acompañamiento escolar. También sería positivo invertir en fortalecer el liderazgo de los directores de centros educativos.

 

 

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.