En total, el MSPAS dispuso de Q4 mil 439 millones 680 mil 226. Se esperaba que este dinero fuera suficiente para abastecer a los hospitales del equipo y personal necesario ante la escalada de contagios que se vivió durante distintas temporadas del año.
Sin embargo, la realidad fue distinta. Las distintas unidades ejecutoras del MPSAS no tuvieron la capacidad administrativa para invertir de forma oportuna estos fondos y hubo más de Q1 mil 400 millones que no se ejecutaron.
Las consecuencias de ello saltaron a la vista en distintas épocas del año. Las escenas de pacientes que esperaban tendidos en el piso de centros asistenciales por falta de camas disponibles fueron recurrentes. Otras familias pedían auxilio porque a sus enfermos no se les proporcionaban medicamentos para curarse y no podían pagar los costos del mercado.
También fueron constantes las quejas del personal sanitario, quien en distintas oportunidades se pronunciaron ante los medios de comunicación por la falta de pago de sus salarios y honorarios.
Asimismo, el gobierno fue cuestionado por la falta de eficiencia en la compra de vacunas, ya que no solo no se utilizó el presupuesto habilitado para este fin, sino que lo que se invirtió se hizo sin ninguna garantía de entrega, lo cual repercutió en que la inmunización se demorara.
El problema no fue la falta de recursos, sino la ineficiencia de la cartera de su salud para invertirlos en beneficio de la población, denunciaron diputados de oposición que fiscalizaron el manejo de la pandemia.