La ley establece que los jueces pueden apartarse de conocer un expediente judicial únicamente en determinadas circunstancias, como cuando existe amistad o enemistad con una parte procesal.
Sin embargo, en la práctica, es común que algunos juristas decidan presentar excusas cuando no quieren conocer un proceso, sin fundamentar adecuadamente sus motivos.
Las razones por las que a veces quieren apartarse de un caso son diversas y pueden variar desde la complejidad del asunto a tratar hasta los riesgos que conlleva para su seguridad.
Luis Fernández Molina, exmagistrado de la Corte de Constitucionalidad (CC) y Corte Suprema de Justicia (CSJ), explica que cuando un juez decide inhibirse de conocer un caso, debe haber razones concretas que estén fundamentadas.
De lo contrario, los procesos se retrasarían ya que no se contarían con juzgadores que se hagan cargo de los expedientes.
“Lo que la ley dice es que un juez puede excusarse si concurren dos extremos, cuando tenga amistad o cuando tenga grave enemistad. Pero es común (que se excuse un juez) cuando quiere taparse de un asunto complejo”, dice Molina.
Cada vez que un juez de primera instancia penal presenta una excusa, esta se eleva a una sala de apelaciones, que es la encargada de decidir si la acepta y nombra a otro juez, o si la rechaza por considerarla improcedente.