Revista D

Descendientes de don José María y don Justo Rufino 

Dos guatemaltecos que tienen en común este apellido evocan a sus antepasados, quienes gobernaron e incidieron en la historia del país.

José María Reina Barrios (82 años) y José Antonio de León Barrios (99 años), aunque no se conocen y su ritmo de vida  es muy diferente, tienen varias cosas en común: el apellido, el haber nacido en San Marcos y, sobre todo, ser descendientes de expresidentes; uno de José María Reina Andrade (1860-1947) y el otros de Justo Rufino Barrios (1835-1885).
Cada uno recuerda a su familiar de distinta manera. Reina Barrios, por ejemplo, conoció y compartió con su abuelo algunos años de su niñez en una vieja casona frente a la iglesia Yurrita de la zona 4 capitalina, mientras que De León Barrios solo tiene en su memoria las historias y aventuras que su madre le contó de su bisabuelo.

   “Los sabrosos jocotes”

“Cuando era niño visitábamos la casa de mi abuelo que estaba en la calle Mariscal Cruz 8-43, zona 4, frente a la iglesia Yurrita, donde ahora funciona un taller. La residencia era de dos niveles y había unos árboles de jocotes corona muy sabrosos que él cuidaba mucho”, cuenta Reina Barrios, nieto de Reina Andrade, quien es el único que ha sido presidente de los tres poderes del Estado. De la  República (1931) y también del Congreso y del Organismo Judicial, durante el mandato de Manuel Estrada Cabrera (1898-1920).
“Él no fue una persona rica; fue un funcionario honesto, lo cual  es un  privilegio y una obligación. Nunca hizo capital con fondos del Estado, tanto así que hipotecó su casa cuatro o cinco veces. Al retirarse tuvo una pensión que le permitió vivir junto con mi abuela”, agrega este médico pediatra que desde el 1 de mayo de 1970 reside en Huehuetenango.
Reina Barrios, hijo del diplomático José León Reina Rivera, tuvo una infancia convulsa debido a que su padre fue secretario de la embajada de Guatemala en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. “Mi papá fue el responsable de entregar la carta en la que Guatemala le declaraba la guerra a Alemania. ¡Imagínese!”, relata el pediatra.
De sus años en el país teutón recuerda los bombardeos aéreos de los ingleses todas las noches, así como el sonido de las sirenas, que significaba que debían bajar a los sótanos. “Como éramos patojos, después de los ataques salíamos a recoger   los fragmentos de las bombas. Algunos aviones también eran derribados”, evoca.
Su familia se asentó en la Ciudad de Guatemala en los años del gobierno de Juan José Arévalo (1945-1951) para continuar sus estudios hasta graduarse de Médico y Cirujano por la Universidad de San Carlos. Fue  residente de  Pediatría y Medicina Interna en el Hospital Roosevelt y también trabajó en el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá.
En cuando a su homónimo, José María Reina Barrios, quien  también fue presidente de Guatemala (1892-1898), y nació en San Marcos, el pediatra expresa que no sabe con certeza si es su familiar, pero que podría serlo, por los apellidos.    


“Soy Barrios no De León”

La historia de Antonio de León Barrios, quien nació en Tejutla, San Marcos, es muy distinta. Cuenta que su padre fue Arturo Barrios, hijo del general José Antonio Barrios, quien a la vez era hijo del expresidente Justo Rufino Barrios, y por lo tanto es bisnieto del líder de la Revolución Liberal de 1871.
Pero ¿por qué sus apellidos son de León Barrios y no Barrios de León? Con claridad, pese a tener 99 años, explica que cuando tenía cuatro años su madre, María del Pilar de León, fue abandonada por su padre y al contraer segundas nupcias con Javier Pérez Díaz, este le puso como condición que anulara el apellido Barrios.
 “Él —Pérez Díaz— le dijo a mi mamá que me aceptaba como hijo adoptivo, y ser mi padrastro, pero que no me pusieran Barrios. Mi mamá también prometió que no le recibiría ni un centavo a mi papá para mi mantenimiento, porque ella era empleada de una  licorera en Tejutla. Entonces mi abuelo materno, Jesús María de León, papa Chus, fue a arreglar la partida de nacimiento a la municipalidad con el nombre de José Antonio de Jesús de León Barrios. Así aparece en mi DPI”, relata.
La niñez del bisnieto de Justo Rufino Barrios transcurrió en la villa de Tejutla, donde estudió hasta cuarto grado, porque cuando iba a cursar quinto fue cerrado, y también sexto por falta de profesores. Al no continuar en la escuela debió de trabajar de manera informal en la municipalidad y en el correo del pueblo, para  “ganar algunos centavitos”.
Un día de 1934, escuchó que llegaría de visita el presidente Jorge Ubico, por lo que se propuso hablar con él para obtener una beca estudiantil. El alcalde le cuestionó su petición y De León le contestó ¿por qué no?, acaso lo voy a insultar, solo quiero pedirle que me ayude  para estudiar en la Escuela de Artes y Oficios, en la capital. En su decisión de migrar  también incidió que el 8 de junio de ese año falleció su madre.
Luego de recibir la beca, De León quería ser tipógrafo, lo cual no logró porque despidieron al maestro de esa especialidad, pero pudo concluir su primaria en la escuela República de Uruguay y, finalmente, se graduó de maestro de educación rural, profesión que ejerció durante 40 años en Santa Lucía y Magdalena Milpas Altas, Sacatepéquez, donde actualmente reside.
Como anécdota recuerda que tomó posesión del cargo de maestro en Magdalena Milpas Altas, el 2 de mayo de 1940, y lo entregó el 2 de mayo de 1980, para asumir la alcaldía del municipio.

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