Revista D

“El islam es paz”

Fahed Himeda el-Sagini, imam de la Mezquita Al Da’wa de Guatemala, habla sobre su religión, la cual es minoría en nuestro país.

El imam el-Sagini afirma que el islam predica la paz y la misericordia. Foto Prensa Libre: Esbin García.

El imam el-Sagini afirma que el islam predica la paz y la misericordia. Foto Prensa Libre: Esbin García.

El imam Fahed Himeda el-Sagini (Alejandría, Egipto, 12 de diciembre de 1985) vino a Guatemala hace un año para dirigir la Mezquita Al Da’wa Islámica, que está en la zona 9 capitalina.
“Un imam tiene profundos conocimientos en nuestra religión”, aclara Érik Castro, un musulmán guatemalteco que apoyó en la traducción de esta entrevista —aunque el-Sagini sabe algo de español, se siente más cómodo al hablar en árabe—.
En esta conversación se abordaron temas como el verdadero significado del islam, sus creencias, la actualidad de esa religión en nuestro país, el rol de la mujer y sobre el estereotipo negativo que se ha creado en torno a los musulmanes luego de varios atentados terroristas.

¿Qué es el islam?

Es la completa aceptación y obediencia a todo aquello que Alá le reveló al profeta Mahoma. Es la religión de la paz.

¿Qué es el Corán?

Es el libro sagrado donde están las revelaciones de Dios y es la fuente primordial de nuestra fe. Ahí hay temas que se relacionan con el ser humano: sabiduría, doctrina, adoración, transacciones, leyes, etcétera, pero lo básico es la relación entre Alá y sus criaturas. Es guía y discernimiento para la humanidad, el cual procura lograr una sociedad justa, una conducta correcta y un sistema económico equitativo.
Este le fue revelado en árabe al profeta Mohamed y, por lo tanto, cualquier traducción no la consideramos Corán, porque podrían haber distorsiones.

Entonces, ¿hay que saber árabe para ser musulmán?

No, no es necesario. Si no sabe árabe, puede empezar con la lectura de las traducciones, pero con la supervisión de un sabio. Lo importante es saber que todos tienen las puertas abiertas en nuestra religión. Solo debe atestiguar que el creador de los cielos y la tierra es uno, que es el Señor, y también debe creer en Abraham, Moisés, Isaac, Jesús y Mahoma, quien fue el último de los profetas.

¿Creen en el cielo y en el infierno?

Sí. Tal como en el cristianismo, creemos en el paraíso, que es donde van los que hicieron el bien. Los que hacen el mal, van al infierno.

¿Cuáles son los pilares de su doctrina?

El primero es dar testimonio de fe. Por ello, el musulmán dice, con convicción: “la Ilaha illa Allah, Muhammad rasúl Allah”, que significa “No existe dios verdadero sino Alá, y Mahoma es su mensajero”.
Otro pilar es la oración diaria; esto se hace cinco veces —al amanecer, al mediodía, al atardecer, en el ocaso y en la noche—. El tercero consiste en dar el zakat, que es ayudar a los necesitados. El cuarto es el ayuno en el mes de Ramadán, que es abstenerse de comer, beber y mantener relaciones sexuales en el lapso entre la salida del Sol y la puesta del mismo. El último es el Hajj, que es la peregrinación a La Meca, actual Arabia Saudita, que se hace al menos una vez en la vida, siempre y cuando el musulmán tenga los medios físicos y financieros.

¿Cuántos musulmanes hay en Guatemala?

Alrededor de 350. La mayoría son palestinos, pero también hay egipcios y marroquís. Guatemaltecos son cien, aproximadamente.

Tengo entendido que hay siete pecados que el islam considera capitales. ¿Cuáles son?

Poner socios (santos o ídolos, por ejemplo) en la adoración de Alá, porque la relación con Dios no necesita de intermediarios. También es pecado la hechicería, matar, la riba (usura), consumir de la provisión del huérfano, dar la espalda al enemigo o huir del campo en tiempo de batalla, y acusar falsamente a una mujer de mantener una relación sexual ilegal.

Ha mencionado que es pecado matar. El islam, al menos en Occidente, ha sido relacionado con el terrorismo debido a los ataques en distintas partes del mundo, ejecutados precisamente por gente que usa el nombre de su religión. ¿Cuál es su postura?

Como le he dicho antes, el islam es paz, es misericordia y, por lo tanto, no permite el terrorismo. Insisto en que el musulmán tiene prohibido asesinar. Quienes cometen los actos bélicos son los chiítas, que pertenecen a una secta y, por lo tanto, se han desviado del camino correcto y verdadero. Nosotros, los sunitas, no tenemos nada que ver con esos atentados.

En Occidente se entiende que la yihad es una guerra. ¿Qué opina?

Yihad está escrito en el Corán varias veces y, según el contexto, tiene un significado diferente. Puede resumirse en que quiere decir “esfuerzo”. Esto incluye ser disciplinado con uno mismo, con el trabajo y, también, en procurar la propagación de nuestra religión. Asimismo, significa defender nuestra tierra y nuestra familia, pero invadir un territorio no es yihad.

Donald Trump, candidato a la presidencia de EE. UU. por el Partido Republicano, ha dicho que vedará el ingreso de musulmanes a ese país debido al terrorismo.

Sus declaraciones han sido humillantes tanto para nosotros como para los latinos. Es una persona que forja la enemistad, pero debería ser consciente de que Estados Unidos es una nación de emigrantes. Ni él puede decir que es nativo. Lo que está hablando en público me recuerda el discurso nazi y el Holocausto. Si Trump es presidente será triste tanto para los musulmanes como para los latinos.

En otra temática, se dice que la mujer tiene un papel secundario en el islamismo.

Ellas tienen derechos especiales. De hecho, en el islam no hay igualdad, porque la mujer es mejor que el hombre. Alá dijo: “Nadie las cuida sino un generoso, nadie las trata mal sino un malvado”. Nuestro profeta, Mahoma, antes de morir, pronunció: “Les encargo que cuiden a las mujeres por el bien de ustedes”.

¿Entonces no cree que ellas estén relegadas a un segundo plano?

Los medios de comunicación nunca van a escribir de una manera bonita respecto de cómo las tratamos. Para empezar, en los países con prevalencia musulmana, los matrimonios duran para siempre; no es como en Occidente, donde las parejas se casan, tienen hijos y luego se separan. Allá, una unión no es decisión solo de dos personas, sino que está involucrada toda la familia. Si la relación empieza bien, termina bien.

Pero organizaciones de derechos humanos indican que ni siquiera pueden salir solas a la calle.

En efecto, la mujer no puede salir de su casa sin ser acompañadas por su esposo, hermano, padre o uno de sus hijos que esté suficientemente grande. Tampoco puede salir acompañada de una tercera persona que no sea de su familia. Tienen que pedir el permiso del varón, pero todo esto es para conservar su seguridad, para que vaya y regrese bien.

Ha habido casos de violaciones contra mujeres musulmanas, pero ellas son condenadas a latigazos por “mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio”.

Son juicios polémicos, pero esos son criterios del juez, no de la religión. Incluso, quizás aduzcan que sus decisiones están apegadas a nuestras creencias, pero insisto en que son errores de ellos, no del islam.

¿Cómo se pueden borrar los estereotipos negativos que, en Occidente, hay sobre la comunidad musulmana?

Saliendo de la ignorancia. Para eso hay que estudiar; de lo contrario, la vida de cualquiera puede ser conducida por un ignaro.

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