Revista D

La entrevista a Manuel Estrada Cabrera

Antes de ser declarado incapaz mentalmente, el dictador defendió su estado de salud.

Foto del presidente Manuel Estrada Cabrera publicada en el periódico Excélsior. (Foto Prensa Libre: Archivo)

Foto del presidente Manuel Estrada Cabrera publicada en el periódico Excélsior. (Foto Prensa Libre: Archivo)

Eduardo Aguirre Velásquez fue periodista y médico, director del periódico guatemalteco Excélsior. El 12 de enero de 1920  publicó una entrevista con Manuel Estrada Cabrera de únicamente tres preguntas. 

Aguirre hace una pequeña introducción de los rumores acerca de  la salud  de Cabrera y su posible salida del país, a quien el 8 de abril, tres meses después,  la Asamblea (legislativa) declaró mentalmente incapaz para gobernar.

La mitad del texto de casi una página es la descripción de la residencia de Las Palmas en donde vivía Estrada Cabrera.

 Aguirre reseña el ambiente de  la casa de Cabrera con “una alegre placidez campesina y un confort urbano envidiable; es saludable por sus bosques, alegre por sus flores, completa en sus edificaciones”.

 “El cerebro siempre fuerte de nuestro genial jefe de Estado, puede, en la holgura mental que da la saludable vida que allí lleva, reflexionar sobre los problemas políticos y económicos”, agrega. Un ejercicio mental que el entrevistador  equipara con el de los pensadores griegos.

 Sin duda, Aguirre sabía que en esa época de persecuciones políticas y exilios forzados,  un enojo de su entrevistado podría haberle costado muy caro.

“Por noticias que tengo usted que me interroga como periodista y es médico, porque recibió el correspondiente título de nuestra facultad, ha venido como yo, padeciendo de diabetes, y por lo tanto sabe que esta dolencia necesita un tratamiento que llamaré suave”, responde el  presidente a la primera interrogante acerca de su salud.

Cabrera detalla que padecía de diabetes desde una década atrás y le asegura que con el tratamiento esta “desaparecerá paulatinamente”.

 Aguirre le pregunta acerca de su salida del país. “Ni he pensado hacer un viaje de salud, pues usted, ve que la tengo muy buena, ni he recibido invitación alguna de Gobierno ni de particulares”.

Cabrera desmiente que sus opositores del partido Unionista tengan apoyo del “Gobierno Americano”, aunque después quedaría establecida la participación del “ministro” Benton Macmillan, equivalente hoy a un embajador, en la salida del poder de Cabrera.

“Los lectores de Excélsior celebrarán, con nosotros, que sea absolutamente inexacto cuanto se dice referente a la salud del Señor Presidente de la República, que en realidad es envidiable, manteniéndose en pleno goce de sus facultades, fuerte, vigoroso y sano en su mentalidad”, concluye Aguirre.

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