Revista D

Historias de espectros en El Gran Hotel

Hasta los escépticos que han trabajado en este edificio tienen una experiencia para contar. A finales de mes habrá un recorrido nocturno por el emblemático lugar de la zona 1 capitalina.

Joyerías, almacenes y restaurantes han funcionado en el inmueble, que fue sede del Instituto Guatemalteco Americano. (Foto cortesía de El Gran Hotel).

Joyerías, almacenes y restaurantes han funcionado en el inmueble, que fue sede del Instituto Guatemalteco Americano. (Foto cortesía de El Gran Hotel).

En el inmueble donde hace 136 años abrió sus puertas el Gran Hotel San Carlos en la Ciudad de Guatemala, funciona un bar que recuerda la época de esplendor que tuvo el edificio a finales del siglo XIX y la primera mitad del  XX.
El actual negocio funciona desde septiembre del 2009, y por su barra y cocina han pasado varios empleados entre quienes son constantes las historias de eventos difíciles de explicar con la lógica o las leyes físicas.
 

¿Fantasmas?

Los incrédulos no dan crédito a las afirmaciones de quienes aseguran ver pasar sombras, notar cuando un vaso es lanzado al suelo sin que haya alguien cerca, o ser llamados por su nombre cuando se encuentran solos.
“Hubo una chica argentina que a su paso por el país trabajó temporalmente en la barra…” Así, Luis Gálvez comienza a contar parte de las anécdotas paranormales que se han ido acumulando entre el personal del establecimiento. Él es uno de los administradores.
En una ocasión, recuerda, la empleada sudamericana estaba en el mostrador y vio un cliente al final del salón, así que fue por un menú para tomarle la orden. Al girarse y caminar hasta su mesa, el sujeto había desaparecido. La imagen fue muy vívida, logró ver que vestía un traje negro de época, camisa blanca y corbata. “Ella fue escéptica todo el tiempo acerca de los relatos de los demás colaboradores, hasta ese día”, indica Luis.
Él mismo tiene una experiencia similar. “Abrí el portón y cuando entré me llamaron por mi nombre, lo cual no era posible porque no había nadie más conmigo”. Fue, dice, una voz “normal”, no con efecto de ultratumba. Es algo recurrente, según comenta, que voces desconocidas “saluden” de esa forma a los trabajadores; suele pasar cuando se hallan solos.
Otros fenómenos misteriosos  tienen que ver con el movimiento inexplicable de objetos. Hubo una vez en que una botella de licor fue arrojada al suelo desde una estantería. No fue que estuviera mal colocada, pues por la distancia que recorrió y la fuerza con que salió, pareció que fue tomada por alguien, pero lo extraño fue que nadie estaba cerca cuando eso ocurrió.
Por las noches, en el segundo piso, donde funcionaron las habitaciones del hotel, se oye que arrastran objetos pesados en horas de la madrugada. Y las cámaras de seguridad han captado  sombras  sin que haya un cuerpo físico que las proyecte, así como esferas luminosas que se desplazan con movimientos erráticos por los salones.
 

Investigadores

Guatespantos es un equipo de investigadores de fenómenos paranormales. Utilizan la tecnología para documentar las historias extrañas que las personas aseguran experimentar. En los últimos cinco años han trabajado en 40 casas en el país. Además de Guatemala, han sido contratados en Costa Rica, y han sido invitados para ofrecer charlas acerca de su labor.
El equipo integrado por cinco personas toma fotografías, graba videos y  psicofonías, que son audios donde quedan registradas voces que no corresponden a ninguno de ellos.
En una de esas grabaciones se mencionó a Daphne, considerada una presencia con alta actividad en El Gran Hotel. Se cree que fue una huésped del siglo pasado que, fascinada por el lugar, decidió permanecer en este. Son varios los que aseguran haber visto a una dama con ropas del siglo pasado deambular por los pasillos o verla sentada leyendo.
 Gilberto Soto, director de Guatespantos, comenta que la noche que investigaron el lugar tuvieron problemas  con los aparatos. Sin razón las cámaras de video se apagaban, estando en perfecto estado y con las baterías cargadas. Una pesada lámpara también comenzó a oscilar cuando hacían preguntas a las entidades misteriosas y en la habitación no había ráfagas. Durante esa dinámica fue que una grabadora registró la voz masculina de alguien ajeno al grupo que respondió Daphne cuando preguntaron quién estaba presente.
En Guatespantos no hay médiums, pero una que visitó el inmueble, indica Gilberto, contó a los administradores acerca de Daphne y reveló dos presencias más muy activas: Mario, quien se presume fue un antiguo trabajador del hotel, y un niño de nombre Simón.
Las personas, explica Gilberto, hallan cierto alivio cuando les dan evidencia física de las cosas extrañas que perciben. Reconoce que el campo que investigan está lleno de charlatanería y escepticismo y es por eso que su primera misión es demostrar que todo es originado por una causa física. Si esa vía se agota, utilizan sus aparatos para obtener otro tipo de pruebas.
 

Recorrido

La compañía de teatro El duende del ático, ofrecerá el próximo viernes 28 y sábado 29 de julio un recorrido de terror inspirado en las historias fantasmales de El Gran Hotel y las investigaciones de Guatespantos.  Este grupo es el responsable de la actividad Noche de leyendas que en años anteriores se llevó a cabo en el Cerrito de Carmen. Conozca más del programa en la página de Facebook.

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