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Videoarte: En qué consiste este lenguaje artístico y cuáles son algunas piezas de Guatemala realizadas de esa forma

El videoarte invita a reflexionar sobre las aristas de la realidad y apuesta por otra forma de registrar la historia desde la perspectiva y sensibilidad de sus creadores.

Uno de los vídeos de  la artista guatemalteca Jessica Lagunas  junto a la instalación del diseñador Leonardo Choxom, en exhibición como parte de 'La imagen quema'. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos Gaytán)

Uno de los vídeos de la artista guatemalteca Jessica Lagunas junto a la instalación del diseñador Leonardo Choxom, en exhibición como parte de 'La imagen quema'. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos Gaytán)

Una familia merendando en algún sitio de Francia fue la primera escena con imágenes en movimiento que el mundo pudo ver luego de que fue grabada por el inventor Louis Le Prince, en 1888.

Cuando llegó el siglo XX, las escenas en movimiento empezaron a consumirse con más frecuencia en occidente, sobre todo por la popularidad que comenzaba a cobrar el cine. Con o sin sonido y en formato analógico, dicha innovación permitía a las audiencias acercarse a un nuevo reflejo de la vida.

Poco después de la mitad del siglo XX, las tecnologías permitieron a los camarógrafos plasmar esa realidad mediante cámaras más portátiles y formas de difusión más accesibles, El video había llegado a situarse como otra opción de registro en la sociedad.

Como hace varias décadas, los ejercicios de grabación se potencian en el siglo XXI, y con un desarrollo informático que nos convoca a diario desde YouTube a Facebook y de Instagram a Tik—Tok el imaginario audiovisual define parte de lo que somos.

En esa dinámica radica el nexo imagen-mundo que el filósofo Vilém Flusser explica en su libro Hacia una filosofía de la fotografía. El autor apunta que las imágenes son “mediaciones” entre las personas y el mundo, ya que tienen la finalidad de hacer que este sea “accesible e imaginable”.

Agrega que las imágenes, “en vez de presentar el mundo al hombre, lo re-presentan” y “se colocan en lugar del mundo a tal grado que el hombre vive en función de las imágenes que él mismo ha producido”. Cabrá la posibilidad, entonces, de preguntarse ¿Qué importancia tiene lo que observamos? y también, ¿qué dice eso que observamos sobre nosotros y el mundo?

Miradas en exposición

Tomando en cuenta estas premisas y el valor de los registros audiovisuales, el Centro Cultural de España en Guatemala (CCE), junto a la curadora Josseline Pinto, han desarrollado una investigación que explora 20 miradas artísticas del país que utilizan las imágenes en movimiento como vehículo para transmitir sentires contextuales e identitarios.

En la propuesta, que toma forma de exposición colectiva, pueden encontrarse varias piezas de videoarte que se mostrarán hasta el 13 de agosto del 2022, en el centro cultural, ubicado en la zona 1 de la capital.

La muestra lleva por nombre La imagen quema: perspectivas del videoarte en Guatemala, y es el resultado de un proyecto que Pinto emprendió desde su involucramiento en Reactivando Videografías, una exposición virtual durante el confinamiento de 2020 que incluyó obras de más de 70 artistas elegidos por curadores que representaban cada centro cultural de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

El recorrido de “La imagen quema” puede hacerse en tres distintas salas en las instalaciones del Centro Cultural de España en Guatemala hasta agosto del 2022. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos Gaytán)

Dos años después, la exposición virtual detonó en un ejercicio similar situado en Guatemala, donde la curadora indagó a propósito de la importancia artística del videoarte en la historia del país.

“Se conoce sobre la historia de la pintura o del performance, pero el videoarte no se ha investigado en el país. Al dialogar al respecto con el CCE, nos dimos cuenta de que el video ha sido propuesto por varios artistas guatemaltecos desde la documentación, y a la fecha también puede verse en animaciones digitales”, comparte la curadora de La imagen quema, exposición que reúne videos hechos por artistas de Guatemala en distintos períodos.

Josseline explica que los vídeos más antiguos de la muestra son archivos que funcionaron en los 1990 como registro de performances, entre ellos destaca uno de la artista Sandra Monterroso, quien ha sido reconocida por utilizar la materia y el cuerpo como medio de expresión en varias de sus obras con carga política e histórica.

‘La Raíz Atraviesa Toda Forma’ video de Andrés Rodríguez Decena. Se presenta al artista ejecutando una serie de rituales con el propósito de reunir líneas temporales divididas, incorporando elementos como la sal y la saliva para purificarse. (Cortesía: Josseline Pinto)

En el recorrido de La imagen quema también hay piezas creadas durante los años 2000. De esa época saltan a la vista propuestas de Jessica Lagunas o María Adela Díaz, quienes abordan creaciones desde la visión de género.

Hacia la llegada de la primera década del siglo XXI pueden apuntarse obras audiovisuales que indagan en el imaginario popular de Guatemala como las del Colectivo Macú, integrado por los fotógrafos Juan Brenner y Byron Mármol.

Por otro lado, las nociones de urbanidad y paisaje en el país se evidencian con obras como la de Jorge Linares, de quien se presenta un video grabado cerca de 2010.

Unos años adelante, y rosando sobre los 2020 se encuentran piezas en las que varios autores indagan sobre temas referentes a la diversidad identitaria y abarcan tópicos raciales, sexuales e históricos. De esta cuenta se distinguen piezas como las de Edgar Calel, Leonardo Choxom y Esvin Alarcón Lam.

‘Aparición (pieza del dragón)’ video de Esvin Alarcón Lam. El artista reivindica la imagen de un dragón chino en la laguna del Volcán de Ipala, conectando sus raíces chinas en el paisaje local. (Cortesía: Josseline Pinto)

“Cada video te cuenta una historia individual y todas, en conjunto, cuentan la historia de un contexto y la del país”, apunta Josseline al referirse al cúmulo de miradas en la muestra. Eva Bañuelos, directora del CCE, apunta que uno de los propósitos de la institución que hospeda La imagen quema es la búsqueda de una “dimensión simbólica, compleja y profunda de las sociedades”, por lo que esta muestra puede dar un sentido más amplio de nuestro tiempo.

“Es algo que podemos relacionar con Guatemala, desde los acuerdos de paz, en los 90, hasta la actualidad. Recorremos temas vigentes como la historia, las violencias o las identidades. Estos videos se relacionan con la visión de sus autores desde varios contextos del país”, agrega Bañuelos.

Al recorrer los pasajes audiovisuales en la exposición, la audiencia puede toparse con una diversidad en los formatos de transmisión: son nueve pantallas, dos instalaciones, cinco proyecciones y una transmisión desde celular.

‘Alooo, Aloo – Ix k´o chiri? , Ki ni boyiejna b´a !, Kamin ya xin chupyan B´enan / Alooo, Aloo – ¿Están ahí? Espérenme un momento. Ahora ya comencé de nuevo a caminar’ video de Edgar Calel. Muestra un recorrido constante del artista que se interrumpe con recuerdos del lugar de origen, el pasado y el espacio. (Cortesía: Josseline Pinto)

De acuerdo con Pinto, los formatos aluden a la intimidad con la cual los artistas desean representar sus propuestas. De igual modo, aspectos técnicos como la grabación suelen variar entre algunas piezas analógicas grabadas en VHS, otras documentadas en cámaras digitales e incluso celulares.

¿Por qué un video puede ser arte?

Más allá de una respuesta concreta, la explicación sobre qué es videoarte se basa en las amplias posibilidades de los mismos soportes visuales, así como de una subjetiva refutación artística. Desde el planteamiento de La imagen quema se apunta que el videoarte tiene  cercanía al cine, la documentación del performance y el registro cotidiano. Algo que prevalece en este “género” es la experimentación y la apertura hacia las narrativas.

No obstante, esta idea muy relacionada al arte contemporáneo suele ser debatido por muchos. En una entrevista, la mexicana y crítica de arte Avelina Lesper, quien ha insistido en llamar una mentira al arte contemporáneo, confirma que dicho “estilo” da una licencia para que cualquier persona pueda crear lo que guste y darle el nombre de “arte”.

En su libro El fraude del arte contemporáneo, la mexicana infiere que las piezas dentro del mencionado estilo, donde, además, dice que predominan el videoarte, la performance y la instalación, no suele tener características “extraordinarias” ni aportes culturales e históricos como las grandes obras del arte clásico.

‘Blossom’ video de MarÍa Adela DÍaz. El cuerpo de la artista se convierte en un punto amarillo entre las flores, en un campo de California, Estados Unidos. El video es una metáfora de la marginación de las mujeres y los inmigrantes en EE. UU. (Cortesía: Josseline Pinto)

Por su parte, Josseline Pinto afirma que ideas como las de Lesper suelen ser comunes y contradicen otras formas de pensar el arte, más allá de la misma validación histórica. “El arte es cercano a la vida, y a veces cuesta darle un valor cotidiano porque creemos que debe ser inmenso. Es algo que puede despertar la sensibilidad hacia cuestionamientos”, afirma.

En el caso del videoarte, la curadora explica que se trata de un medio que permite trascender sobre la información meramente visual. “Cualquier video tiene la intención de comunicar una historia. La forma con que se experimenta a la hora de ser creado y la decisión de compartirlo también puede verse desde la óptica artística“, dice la curadora.

‘Así es la vida en el trópico (mazo) Such is life in the tropics (mace) / Así es la vida en el trópico (chakos)’, video de Jessica Kairé. En la pieza, la artista transforma frutas y verduras tropicales en armas de defensa personal para reflexionar sobre los riesgos cotidianos por la violencia en Guatemala. (Cortesía: Josseline Pinto)

Desde la década de 1960, el video ha cobrado un lugar en la historia del arte. En esa época, varios artistas —en su mayoría estadounidenses— grababan propuestas con cintas analógicas cuyos resultados se mostraban en instituciones como galerías y museos que prestaban atención a las miradas vanguardistas, más allá de entenderlas solo como imágenes en movimiento.

La curadora estadounidense y creadora de la colección de video del Museo de Arte Moderno (Moma), Barbara Landon, apuntó en la exposición de 1983, Video Art: A History, que la experimentación con el formato video estuvo muy vinculada con el lanzamiento de Sony en Estados Unidos, ya que era de las primeras empresas en fabricar cámaras de video portátiles de bajo costo, lo cual permitió que los artistas probaran nuevas formas de presentar sus ideas.

‘Tráfico aéreo’, video de Jorge Linares. En la pieza van apareciendo aviones que llenan el cielo como si fueran aves, sobre la ciudad de Guatemala. El artista crea una ficción de tráfico aéreo para evocar las imágenes que transmite la misma ciudad frente a las consecuencias neoliberales y consumistas. (Cortesía: Josseline Pinto)

Según Landon, posteriormente, en la década de 1970, la llegada de los casetes facultó una mayor distribución de trabajos audiovisuales en museos, galerías alternativas, bibliotecas y escuelas.

Pinto explica que fue la llegada de los videos a las instituciones lo que les dio mayor aceptación d como arte. Desde 1964, varios han sido los artistas vinculados con estas formas de expresión en el mundo, entre ellos los afamados Andy Warhol, John Cage, Bruce Nauman y Joan Jonas.

‘Life in His Mouth, Death Cradles Her Arm / Vida en su boca, la muerte acuna su brazo’, video de Naufus Ramírez Figueroa. El video fue rodado en el Cementerio General de Guatemala y muestra al artista sosteniendo un hielo envuelto en una manta de bebé. La acción fue realizada durante seis horas. (Cortesía: Josseline Pinto)

Este tipo de arte también ha llegado a Centroamérica en las últimas décadas. Un ejemplo ha sido el Concurso Centroamericano de Videocreación Inquieta Imagen, organizado por el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo de Costa Rica, que anualmente ha invitado a artistas de toda la región a formar parte de convocatorias en las que puedan mostrar sus propuestas en video.

En Guatemala, la primera exposición de videoarte fue montada por el Colectivo Macú, en 2010, y contaba con audiovisuales creados por los fotógrafos del grupo, quienes organizaron la actividad. Doce años después, La imagen quema: perspectivas del videoarte en Guatemala, podría verse como la segunda exposición de este tipo y la primera que aborda las líneas históricas desde la mirada de distintos realizadores.

Estas son otras de las piezas que pueden encontrarse en la exposición:

‘Autofobia’ – Regina José Galindo

La artista usa una pistola para dispararle a su propia sombra, con el fin de evocar la violencia en Guatemala, para hace ver que incluso nuestra sombra puede parecer una amenaza.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

‘Auto-Render’ – Leonardo Choxom

Choxom es artista visual y diseñador gráfico maya k’iche’. En su pieza explora la transformación y forma en que alguien se debe “compactar” para habituarse en los parámetros sociales de identidad, género y forma de vida.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

‘Ave Fénix’ – Sandra Monterroso

La acción grabada se inspiró en un poema de Paul Eluard y el mito griego del Ave Fénix. Acá, una mujer cubre su cuerpo con ceniza y sale a repartir plumas como alegoría a la paz y la guerra.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

‘Cuadro’ – José Wolff

Las líneas en las pantallas forman un cuadro dentro de los televisores y aparecen como imágenes sugeridas por el movimiento de los puntos. De manera hipnótica, el movimiento altera la percepción del tamaño de las figuras.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

‘Joy Vinicio’ – Colectivo MACÚ

Es una colección de videos con 10 historias que ocurrieron durante la década de 1990 en Guatemala y que permearon el imaginario popular en un momento de “pre—documentación de internet”.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

‘Kiej’ – Reyes Josué Morales

Para los k’iche’, el venado representa la autoridad, la fuerza y los cuatro puntos cardinales. El artista juega con su sombra emulando al venado, para dar forma a varias memorias de una vivencia en el servicio comunitario.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

‘La verdad’ – Alberto Rodríguez Collía

Es una mezcla de audiovisuales que han sido transmitidos de forma abierta en Guatemala, tomados desde noticias, documentales, videos de música hasta comerciales.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

‘Moving Circle’ / ‘Tie Wire (Chance Event no. 1)’ / ‘Untitled’ / ‘Untitled (Light Stain No. 1)’ – Diego Sagastume

Los videos presentan momentos de contemplación, donde lo que acontece cobra una percepción pictórica o escultórica que es llamativa a la sensibilidad del artista como espectador.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

‘Now’ – El Colectivo

La acción es un ejercicio entre dos sujetos que piensan mutuamente en lugares distintos, y cuando sienten la presencia del otro muy fuerte en el pensamiento se envían un mensaje de Whatsapp con la palabra Now.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

‘Oq Xiimtali’ – Manuel Chavajay

Botes de pescadores en el Lago de Atitlán son atados entre sí, pero no logran avanzar. Se reflexiona sobre el adoctrinamiento frente a cambios colectivos que buscan combatir los problemas del país pero que, ante ello, se decide por la individualidad.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

‘Para verte mejor’ / ‘Para besarte mejor’ / ‘Para acariciarte mejor’ – Jessica Lagunas

Las grabaciones cuestionan la obsesión con la imagen corporal y los estándares de belleza, así como los roles de género y la imposición social.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

‘Proyectiva’ – Inés Verdugo

La artista simula la renderización de grandes complejos inmobiliarios para vender a sus clientes la idea de prosperidad y bienestar alrededor de una casa nueva. Cuestiona la vivienda en ellas y cómo sus personalidades podrían o no encajar.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

‘Punto de encuentro—Intervenciones al Río Pensativo’ – Mario Alberto López

El artista interviene el paisaje con cuerpos misteriosos que derraman ensamblajes y posibilidades del espacio, la materia y el tiempo.

Videoarte en Guatemala
(Foto Prensa Libre: Cortesía Josseline Pinto)

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.