MÉXICO.- “Me encapucho porque si no, me desaparecen”, se leía en una pancarta que llevaban los estudiantes, muchos de ellos con el rostro cubierto y vestidos de negro, en una estación del metro en las inmediaciones del aeropuerto. Otro grupo bloqueó un sector de la vía que conduce a la terminal aérea, constataron periodistas.
Policías custodiaban edificios estatales y muchos negocios estaban protegidos con vallas en la capital mexicana, donde al final de la tarde se harán tres marchas que confluirán en la emblemática plaza del Zócalo, a la llegada de las caravanas de padres de los desparecidos que recorrieron esta semana el país clamando porque sus hijos aparezcan vivos.
Un intenso operativo de seguridad fue desplegado en el aeropuerto internacional de Ciudad de México y sus alrededores, así como también en las estaciones del metro, ante amenazas de grupos de estudiantes de realizar mitines y bloqueos, informó Jesús Rodríguez, secretario de Seguridad de la capital.
La crisis estalló a raíz de que los 43 jóvenes, estudiantes de la escuela de maestros de Ayotzinapa (Guerrero, sur) desaparecieron el 26 de septiembre en la ciudad de Iguala, en ese mismo estado, tras ser atacados por policías corruptos y narcotraficantes por orden del alcalde local, vinculado con el cártel Guerreros Unidos.
“Con Ayotzinapa nos dimos cuenta que todos podemos desaparecer y antes que eso pase queremos demostrar lo unidos que estamos” , declaró una joven de 25 años, con el rostro cubierto, cerca del aeropuerto.
La jornada de marchas llevó al gobierno a cancelar el desfile militar y civil que se realizaría este jueves como cada año por el aniversario de la Revolución, al igual que en otras ciudades del país.