Los seis capítulos que contiene son: Lo que está pasando a nuestra casa; El Evangelio de la creación; La raíz humana de la crisis ecológica; Una ecología integral; Algunas líneas orientativas y de acción; Educación y espiritualidad ecológica.
La presentación de la Encíclica se hizo el día antes mencionado en el Aula Nueva del Sínodo, en la Ciudad del Vaticano. Dirigió el acto el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, presidente del Consejo Justicia y Paz. Luego dio la palabra a los expositores en la forma que se relata seguidamente.
El Metropolitano de Pérgamo, John Zizioulas, en representación del Patriarcado Ecuménico y de la Iglesia Ortodoxa, dedicó gran parte de su intervención al ecumenismo en Laudato si y recordó que ya en 1989 el Patriarca Ecuménico Dimitrios publicó una encíclica dirigida a todos los cristianos y a las personas de buena voluntad advirtiendo de la seriedad de la cuestión ecológica.
El sol como solución
El profesor John Schellnhuber, fundador y director del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, como representante de las ciencias naturales con la que la encíclica entra en diálogo profundo y que ha sido nombrado recientemente miembro ordinario de la Academia Pontificia de las Ciencias, se expresó así: desde el punto de vista de la tecnología conseguir energía limpia para todos es factible, ya que, de hecho, está disponible en abundancia Estamos bendecidos con un reactor que funciona perfectamente bien y es gratis para todos nosotros: el sol. La energía fotovoltaica, la energía eólica y de biomasa están, en última instancia, controladas por la luz solar.
Alianzas PÚblico-Privadas
Carolyn Woo, presidenta de Catholic Relief Services, y exdecana del Mendoza College of Business de la estadounidense Universidad de Notre Dame, en representación de los sectores de la economía, las finanzas, los negocios y el comercio, cuyas respuestas a los grandes retos ambientales son cruciales, destacó en su intervención lo siguiente: invertir en sostenibilidad es otra oportunidad de ganar en los negocios, ya que “numerosos estudios han proporcionado estimaciones de los costos astronómicos asociados a los desastres costeros como el aumento del nivel del agua, sequías y tormentas que asolan la producción agrícola, o la pérdida de la productividad debida a las crecientes oleadas de calor y a las enfermedades debidas a la contaminación… Además, las empresas pueden desempeñar un papel importante para ayudar a los clientes a convertirse en consumidores responsables. Diseño y producción que minimicen los residuos mediante la utilización de fuentes de energía renovables, el reciclado, la regeneración y la reutilización proporcionan nuevas oportunidades para las empresas y responsabilizan a los clientes.
Esta encíclica ciertamente afirma el importante papel que tendrán que jugar los negocios —concluyó Woo—, pero el papa Francisco habla claramente cuando afirma que necesitamos alianzas entre los sectores público y privado, es decir, la política y la economía en diálogo para la realización humana. Dado que tanto los sectores públicos como los privados tienen el mismo objetivo, y se integran en la misma red interconectada de la vida, tienen que trabajar juntos en armonía. A veces para los negocios eso significa ser más tolerantes con las normas de regulación más estrictas, especialmente en el sector financiero. También significa que los negocios tienen que ponerse en línea con los nuevos objetivos de desarrollo sostenible y la necesidad de tomar medidas para combatir el cambio climático. A fin de cuentas, los negocios son una empresa humana y se deben esforzar por el desarrollo humano auténtico y el bien común.
Ecología urbana
Valeria Martano, maestra durante 20 años en las afueras de Roma, testigo de la degradación humana y medioambiental, así como de las mejores prácticas que son un signo de esperanza, recordó que la ecología urbana, puesta en peligro por la contaminación, la escasez de servicios o el individualismo generalizado, es un reto.