“Creo que el mal sueño es un factor que contribuye a ganar peso. Cuando tienes mal sueño o falta de este, estableces toda una cascada de eventos en movimiento hormonal que podría hacer que ganaras peso”, dice Jakicic.
Específicamente, entran en juego las hormonas que regulan el crecimiento y el apetito, que hacen que el cuerpo, mientras está despierto, tenga el deseo de comer algún aperitivo. Por otro lado, un estudio de la Proceedings of the National Academy of Sciences estableció que las personas que no duermen lo necesario son más propensos a tener hambre porque el cuerpo demanda más energía para mantenerse despierto.
“Las hormonas del apetito leptina y grelina se ‘fabrican’ predominantemente durante el sueño, por lo que tienen un menor sentido de saciedad si no obtienen suficiente sueño”, explica el médico Jacob Teitelbaum.