El especialista, director de la Estación Experimental de Orquídeas de la Familia Archila e investigador asociado del herbario BIGU-USAC, ha decidido denominar a esta nueva especie con el nombre de Estepona para reconocer “la importante tarea de conservación de las orquidáceas que se lleva a cabo en el Parque Botánico-Orquidario”.
Guatemala tiene más de 1,300 especies de orquídeas y se encuentra entre los países con más riquezas de estas plantas.
Lucas ha señalado que es “inusual” que una especie botánica sea nombrada con el nombre de una ciudad que queda a miles de kilómetros de su hábitat natural, “lo que supone un importante reconocimiento al trabajo que se realiza en las instalaciones del Orquidario de Estepona”.El espacio dedicado a la ‘Stanhopea esteponae’ que se ha habilitado en el Parque Botánico del municipio malagueño da a conocer las características de dicha especie, la manera en la que fue descubierta y curiosidades acerca de su floración.
Sus flores son grandes, alcanzando una envergadura de hasta 12 centímetros, tiene la típica estructura compleja del género ‘Stanhopea’, con un labelo grande y vistoso, provisto de cuernos abultados en el mesoquillo para reconducir a los insectos hacia las masas de polen, ha explicado Lucas.
La ‘Stanhopea esteponae’ crece por encima de los 1.800 metros sobre el nivel del mar en bosques montanos bajos, muy húmedos, con una temperatura promedio de 18 grados durante el día y 12,5 grados durante la noche. Estos requerimientos hacen “imposible” la tenencia de esta especie en el Orquidario de Estepona, donde la temperatura en verano puede llegar a los 30 grados.
En cuanto al descubrimiento de esta nueva especie, Fredy Leonel Archila apunta que se trata de una orquídea endémica de la zona boscosa de Huehuetenango, donde crece rodeada de una gran cantidad de helechos epifitos, lo que da la idea de que en ese punto impacta directamente la lluvia en varios meses del año.
Archila y su equipo están trabajando en estos momentos en su propagación e introducción en la naturaleza, ya que la zona donde fue descubierta ha sufrido serios daños por la mano del hombre. Precisamente, Archila también es el responsable del rescate y reproducción de la ‘Lycaste virginalis f.alba’, conocida como ‘la monja blanca’, una bellísima orquídea que se extinguió en Guatemala hace 21 años y que ahora ha vuelto a ser reintroducida en los bosques.
Por sus investigaciones, su vocación docente y su intensa carrera como botánico, Archila ha sido reconocido en su país con varios galardones, entre ellos la Medalla Presidencial del Medio Ambiente, la Orden Nacional Ulises Rojas o la Orden Corazón de Jade.