Escenario

Arte visual y poesía en honor de la patria

Estudiantes de la Escuela Superior de Arte de la Universidad de San Carlos expresaron, sin palabras, su sentir por Guatemala: una patria a la que ven sufrir, protestar, buscar nuevas sendas de futuro a pesar de las dificultades.

Estudiantes de la Escuela Superior de Arte de la Universidad de San Carlos expresaron, sin palabras, su sentir por Guatemala. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila).

Estudiantes de la Escuela Superior de Arte de la Universidad de San Carlos expresaron, sin palabras, su sentir por Guatemala. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila).

Bajo la dirección del maestro Maugdo Vásquez, cada uno encuentra un lenguaje, una metáfora, una vía para compartir su mensaje artístico.

Paralelamente, se incluye una serie de fragmentos de poemas de autores guatemaltecos, que exaltan la belleza del país. Dicha selección fue realizada por Eduardo Cot Ajú, expresidente de la Asociación Nacional de Libreros, quien buscó en decenas de ediciones aquellas líneas que evocaran amor al país reflejado en diversos aspectos.

Arte y poesía

Después que el nahual

haya soplado sobre el lago

con su viento andino,

y el horizonte, tintes del silencio,

se recuesta detrás de la montaña

-constancia de viento-

acercaré mi oído

hasta los besos del remanso.

  • Fragmento de Elegía de Atitlán, de Roberto Obregón, 1961.

Mansión de mi niñez, patria del alma;

íntimo amor del corazón herido;

dulce, amoroso, idolatrado nido

¡donde la infancia sin dolor pasé!

¡patria!, al nombrarte, entre mi pecho siento

mezclarse con mi amor la honda tristeza,

¡porque veo insultada tu belleza

y burlada también tu noble fe…!

Si de unos hijos deslealtad recibes,

hay muchos más que con tu pena lloran,

que con la fe del corazón te adoran

y que padecen con afán cruel,

la mirada en tu frente soberana

con el dolor tu aureola de ventura,

y manchada tu blanca vestidura,

y que tus labios el cáliz de la hiel.

  • Fragmento de Guatemala, de Lola Montenegro, 1964

Tu casa es alegre,

pájaro de júbilo que en el canto estalla,

ríe a la mañana y en la tarde ríe

y ríe en la noche, de ti iluminada.

los que pasan ven

fulgir de vidrieras en claras estancias,

destellantes pisos y lucientes muebles

y en florido patio, cristal de agua clara.

De amor imposible

fallido romero, tu puerta entornada

me ve detenerme a su umbral propicio

como a orilla de una laguna encantada,

  • Fragmento de El Camino a Casa, Cesar Brañas, del libro, Palabras iluminadas, año 1961

Sus ojos eran vírgenes.

en su aldea

había visto las noches de diciembre

y ahora,

en el fondo del valle

miraba la ciudad.

era de noche.

la niña alzó la vista

y el cielo estaba limpio:

pensó

que las estrellas

se habían desprendido.

  • Fragmento del Poema de la Niña, Luis De León, del libro Poemas del volcán de Agua, 1980

Ciudad de piedras hasta la cintura

cuando la espuela y las sotanas eran

como sillares de tu arquitectura;

ciudad que existes antes que existieran

las barbas rubias y la piel oscura:

tú quedaras, cuando los hombres mueren,

pura y eterna sobre la llanura

que dio las piedras para que te hicieran

tan indefensa, pero tan segura,

que tus paredes son como una espada

fincada en tierra hasta la empuñadura:

ciudad sin tiempo, piedra desolada,

viva tu toda en tu cabal hondura,

de ciudad sola pero eternizada.

  • Fragmento de Poema a Antigua Guatemala, René Acuña, del libro, Antología de la Poesía Centroamericana, del año 1965

El quetzal es la agreste lejanía.

desenvuelve las galas de su traje;

y visto tras un claro del paisaje

es como una viviente pedrería.

al mirarlo volar, se pensaría

que es el alma errabunda del boscaje

que a través del selvático oleaje

quiere incendiarse en el fulgor del día.

  • Fragmento del poema El Quetzal, de autor Gustavo Martínez Nolasco, 1932

Traigo la lucha

y el eterno sufrimiento del hombre,

su sangre eterna crecida de palabras,

tu voz que viene a través de las edades,

soy habitante de tus reinos,

en mis sueños cada día crece tu esperanza,

en mis ojos gimen tu dolor eterno

por tus hijos que ansían tantas cosas

y están ebrios de tristeza

por el hondo abandono

que conoce la aurora.

  • Iván Barrera, del libro Fundación de la Sangre, 1964

De pie sobre tu suelo,

estoy, patria, dolido.

tú no estas, tú no existes.

tan solo eres un sueño

y nada más que un sueño.

Despertaremos a sus esplendores

un día, no sé cuándo:

¿está cerca?, ¿está lejos?

tu realidad ahora:

exuberante, rica,

bañada en luz y plena de colores,

estás, pobre, con hambre

y en sombras…

hoy, patria, en el cumpleaños de los que no han nacido,

mira lo que no te ofrezco, mi regalo:

una elegía por la libertad

y el anhelo de un himno

para el día de tu santo en el futuro.

  • Fragmento del poema Patria, de Julio Fausto Aguilera, 1965

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