Evans y una veintena de biólogos y paleontólogos calcularon la variación del tamaño de los cuerpos de centenares de animales de 28 grupos de mamíferos, entre ellos, elefantes, primates y ballenas, en los últimos 70 millones de años.
Los investigadores hallaron que las especies que reducen su talla, como el extinto hipopótamo enano, lo hacen a un ritmo diez veces mayor que aquellas que incrementan su tamaño, según un comunicado de la Universidad de Monash.
“La gran diferencia entre reducir de tamaño o crecer es realmente sorprendente, nunca pensamos que iba a ocurrir tan rápido”, subrayó Evans, coautor de este estudio publicado esta semana en el Acta de la Real Academia de Ciencia de Estados Unidos.
Así, los científicos descubrieron que la tasa de reducción del tamaño es más rápida que la de crecimiento y, en ese sentido, solamente han tenido que pasar 10 mil generaciones para que se contraiga la talla de los animales hasta el enanismo.
Muchos de los animales miniatura extintos como el hipopótamo enano o el mamut pigmeo habitaron territorios insulares, un contexto que ayuda a explicar su contracción.
“Cuando un animal es más pequeño necesita menos comida y se puede reproducir más rápido, lo que supone una gran ventaja en pequeñas islas”, indicó Evans.
Por su lado, uno de los coautores de la investigación Erich Fitzgerald, del departamento de Paleontología del Museo de Victoria, enfatizó que los cambios en el tamaño de las ballenas duplicaron a la tasa del crecimiento de los mamíferos marinos.
“Probablemente porque es más fácil ser más grande en el agua, que te ayuda a soportar tu peso”, explicó Fitzgerald en el comunicado.
En ese sentido, la ballena azul (Balaenoptera musculus), que ha llegado a medir hasta 30 metros de largo y unas 190 toneladas de peso, es el animal de mayor tamaño que ha habitado el planeta y “continúa aumentando de tamaño”, acotó Evans a la ABC.
Probablemente esto se deba a que hay una gran cantidad de krill -crustáceo parecido al camarón- en la Antártida, comentó Evans al considerar que “es más eficiente ser grande” porque hay menos depredadores, se puede almacenar energía o viajar distancias más largas.
A las ballenas les tomó 5 millones de generaciones o 30 millones de años para pasar de 25 kilogramos de peso al peso actual de la ballena azul.
Por el contrario, “tuvieron que pasar al menos 24 millones de generaciones para que un animal crezca del tamaño de un ratón al de un elefante” , acotó Evans.