Pero la mayoría de las guatemaltecas y los guatemaltecos vive día a día sin que cambien sensiblemente, ni para mejor, las condiciones de su existencia. Las circunstancias, pues, son propicias para sembrar inquietud acerca del futuro y las interpretaciones apocalípticas encuentran terreno fértil en las mentes de tantísimas personas que no pueden distinguir entre realidad material y fantasía. Excelente tema para obras musicales, novelas, pinturas, películas y una comidilla que pone a Guatemala en la mira mundial, aunque sea por un tiempo. Sin embargo, tal como lo advierten los estudiosos Ernesto el Neco Arredondo y Tomás Barrientos en su interesante libro Arqueología, Arqueoastronomía, Epigrafía e Historia del Fenómeno 2012, muchos y muchas esperan ver señales del fin en los textos mayas, para acomodarlas al fin que predican textos de raíz judeocristiana con los que no tienen nada que ver. En el fondo, lo que esperan es que alguien o algo les resuelva sus problemas, antes que tomar las riendas de su propia suerte. Como tantas veces, la arbitrariedad de etiquetar una fecha con el “número uno” tiene un origen práctico en las civilizaciones antiguas, donde el manejo excluyente de la astronomía y las fases de la agricultura les otorgaba poder e incluso atributos divinos a las élites gobernantes. Hoy, todo esto debiera ceder a la fraternidad y a la concordia de toda la humanidad.
Escenario
El ciclo trece
En la "Cuenta Larga" del calendario maya, dentro de cinco días concluirá un ciclo —el número doce— y comenzará otro —el número trece—. Este es el así llamado Oxlajuj Baktún, o decimotercer período de aproximadamente 400 años, cuyo punto de partida se remonta a unos 27 siglos antes del inicio de otro calendario, el de la era cristiana en la cultura occidental. Este viernes se cumplirán un millón 728 mil amaneceres y ocasos del sol desde aquella fecha.
Quizás ahí está la clave. Sale el sol, se pone el sol. El K’in —el día— es la medida básica en la vida de todo ser humano, más allá de almanaques, aniversarios, centurias, milenarismos, profecías, fatalismos y parusías.