Escenario

Violinistas Los Virtuosos de Siberia, se presentaron el jueves

Doce músicos, 44 cuerdas y un teclado: nada más. Con estos únicos elementos el espacio se  llenó de sublimes melodías que los violinistas originaban  de sus instrumentos.

El concierto se prolongó más de  dos horas, lo que demostró que los ejecutantes “tenían cuerda para rato”,  y aunque de repente  movían sus dedos,  manos o brazos para descansar un instante y evitar calambres, el sonido siempre fluyó  armonioso.

Debut

Los músicos  provenientes de la ciudad de Yakutia,  capital de la República de Sajá, Siberia oriental, Rusia,  se presentaron por vez primera en nuestro país, como parte del  Festival Bravíssimo 2014, que  destaca por la calidad de los artistas que  presenta.

“El grupo se está haciendo merecedor de gran popularidad y admiración en Rusia y otros países”, expuso  Geraldina Baca Spross, presidenta y directora artística de la Organización para las Artes, de la Universidad Francisco Marroquín, entidad que trajo al país a la mencionada agrupación a la cual contactaron en Argentina.

Sin palabras

La música es un  idioma universal y fue el medio por el cual se comunicaron los visitantes con los guatemaltecos.

El lenguaje fue una barrera para conocer más de los  siberianos,  pese a que ellos   mostraron mucha voluntad para saludar en castellano,
comunicarse  en inglés y por medio del lenguaje de las señas.   No entenderse con palabras impidió también que  los rusos compartieran con artistas locales.

La música

Desde las primeras  notas suaves y pausadas del Passacaglia en Sol menor, de Haendel, para seguir con los movimientos acelerados y complejos del Concierto para dos violines en Re menor, de Juan Sebastián  Bach, los violinistas cautivaron la atención y admiración de  los asistentes.

Seguidamente  interpretaron obras de Wolfgang Amadeus Mozart, Zdenek Fibich, Darius Milhaud y Astor Piazzola.

Además, obras como El zapateado, de Pablo de Sarasate; la Danza Húngara No. 1, de Johannes Brahms; la Obertura  El Murciélago y una polca, de Johan Strauss; Estrellita, de Manuel María Ponce, y El vuelo del abejorro, de la ópera El Cuento del Zar Saltán, de Korsakov.

Exitosa trayectoria

Este grupo de violinistas se fundó en 1994 con el nombre Virtuosos de Yakutia,   ciudad natal de los primeros integrantes y de la mayoría de los actuales.   El ensamble, lógicamente renovado con los años,  ha ofrecido más de mil 200  conciertos en  los últimos 17  años  en Francia, Reino Unido, Austria, Italia, Alemania, Israel, China y África del Sur, así como en   Estados Unidos.  Su vista a Guatemala  corresponde a una gira por nueve países de Latinoamérica.

Muy lejos

Yakutia, lugar de procedencia de los Virtuosos de Siberia, es la capital de la República de Sajá, Siberia oriental, Rusia,  situada a  450 kilómetros, del círculo polar ártico. Se ubica a 120 metros sobre el nivel del mar  y tiene una  densidad poblacional de 2.10 habitantes por kilómetro cuadrado.

Siberia representa aproximadamente el 76 por ciento del territorio ruso,  tiene los bosques más grandes del mundo en los que los  veranos son breves y los inviernos prolongados.

Yakutia  es una de las ciudades más frías del mundo, con una temperatura promedio al año de 10 grados centígrados bajo cero, y solo cinco meses por encima de cero grados. En enero la temperatura puede bajar hasta -41 grados centígrados  y en julio, el mes más cálido, oscila  entre   18.7 a 30 grados centígrados.  Sin duda, por eso  los  violinistas se han sentido muy a gusto en el país de La eterna primavera, en donde también han sido recibidos con mucho calor humano.

Violines en manos de mujer

Imperio femenino

Solo dos  hombres integran el grupo de 11 violinistas de los Virtuosos de Siberia, compuesto por jóvenes de entre  20 y 30 años de edad de origen ruso,  ucraniano y eslavo. La barrera del idioma no permitió saber por qué la mayoría de  integrantes del conjunto son  mujeres.

Consultados por Prensa Libre, varios de los  asistentes al concierto expresaron su agrado por   ver en el escenario una  mayoría de mujeres  que demostraron  profesionalismo, presencia escénica,   naturalidad  y  gracia  en los  baile que en algún momento acompañaron  la música.

Mientras tanto,  algunos  hombres de los asistentes al concierto   comentaron que no estaría mal que aumentara el  porcentaje masculino en el grupo musical, para lograr así más  balance de sexos  en el elenco ruso.

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