Fue el 22 de marzo de 1524 —aunque su segundo esposo, Francisco de la Cueva, refiere que pudo haber sido el 9 o 10—, en el campamento de Utatlán, donde doña Luisa dio a luz a Leonor, según consta en el Archivo General del Gobierno de Guatemala, indica la obra Doña Leonor de Alvarado y otros estudios (1958).
Encuentro
En la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo expone que el caudillo Xicotenga de Tlaxcala y Zempoala (México), para asegurar las paces que hicieron con Hernán Cortés, le entregó a su hija Tecuilhuatzin, “a quien quería mucho”, para que fuera su esposa.
Cortés la mandó a bautizar como Luisa y luego la cedió a Pedro de Alvarado, el Adelantado, quien llegó a las tierras quichés el 24 de febrero de 1524, acompañado de 300 españoles y gran número de indígenas tlaxcaltecas y cholutecas, según el Compendio de la historia de la Ciudad de Guatemala, de Domingo Juarros y Montúfar.
Doña Luisa fue compañera fiel de Alvarado, aunque nunca se casaron, ya que según establecía la corona, los españoles debían mantener puro el linaje. Procrearon dos hijos: Leonor y Pedro. Este último murió”a tierna edad”.
“Una de las cualidades de estas mujeres era su capacidad de servir de intérpretes entre los grupos indígenas y el ejército español, durante la expedición al valle de México y a otras regiones mesoamericanas”, explica Enrique Berdúo, cronista de la Ciudad de Antigua Guatemala.
Cualidades
“La hija del Adelantado se parecía mucho a su padre en condiciones, bondad y rostro, y que al tiempo que Alvarado pasó al Perú llevó en su compañía a doña Luisa y doña Leonor”. “Su padre la quería mucho y siempre, desde que nació, fue estimada doctrinada y criada con mucho miramiento y con todo recatamiento, regalo y crianza, así como sus hermanos”, expone el artículo Doña Leonor de Alvarado y Xicotencatl (1967).
Beatriz de la Cueva, la Sinventura y segunda esposa de Pedro de Alvarado recogió a Leonor. Cuando ocurrió la inundación que destruyó el Valle de Almolonga, el 10 de septiembre de 1541, Leonor sobrevivió, pero pereció doña Beatriz, explica Berdúo.
Doña Leonor estuvo casada poco tiempo con Pedro Portocarrero, “quien murió de viejo”, y no hubo sucesión. Luego se casó con Francisco de la Cueva, hermano de Beatriz, con quien tuvo seis hijos: Juan, Beatriz, Pedro, Lucía, Esteban y Paula.
De este matrimonio se origina la descendencia de Pedro de Alvarado, pues este se casó primero con Francisca de la Cueva, con quien no tuvo hijos, y después con la hermana de esta —Beatriz—, con quien procreó dos hijos, pero murieron sin sucesión.
Al fallecer su padre quedó doña Leonor en relativa pobreza y al no poder cubrir las deudas que el Adelantado dejó, por no reconocer la considerable suma que invirtió en su última armada y por haber pasado a la Corona de España las encomiendas que él poseía a su fallecimiento, no insistió en ser reconocida como heredera. Murió el 15 de septiembre de 1583, a los 59 años.
Tumba en la Catedral
El 13 de septiembre de 1583 —dos días antes de morir—, doña Leonor de Alvarado mandó a escribir su testamento, en el que disponía que fuera enterrada en la capilla mayor de la Catedral de Santiago de los Caballeros de Guatemala —Antigua Guatemala—, donde yacían su padre y su marido. Aún se encuentran allí sus restos.
Dato
1524 fue el año en que nació doña Leonor Alvarado de Xicotencatl.