El máximo galardón de literatura del Ministerio de Cultura y Deportes (MCD) consiste en la entrega de una medalla de oro, un aporte económico y la publicación de una de las obras del autor a través de Editorial Cultura.
En la más reciente edición, el Consejo Asesor para las Letras, integrado por Gladys Tobar, Guísela López, Amílcar Zea, Víctor Muñoz y Luis Aceituno, declaró a Cuevas Molina como el ganador. El literato, quien ha radicado cerca de la mitad de su vida en Costa Rica, ha abarcado una obra de más de 20 años.
Entre sus publicaciones destacan Como el aire, novela ganadora del Premio UNA-Palabra 2019, de la Universidad Nacional de Costa Rica; Al otro lado de la lluvia y Vibrante corazón arrebolado.
Durante la entrega del Premio Nacional de Literatura, celebrada el 27 de diciembre, Gladys Tobar, integrante del Consejo Asesor para las Letras, leyó el acta en la que se establece al autor como garante del premio.
En el documento se estableció que la obra de Cuevas Molina es “importante por el alcance a nivel internacional por su preocupación por el lenguaje y la prosa poética, lo que en su conjunto refleja las hablas centroamericanas y en su temática, la posguerra y las migraciones”.
El escritor y artista sufrió el secuestro y desaparición de su hermano, Carlos Ernesto, en 1984, así como de otros miembros importantes de su familia durante el conflicto armado interno en Guatemala. Esa situación detonó un enfoque temático-literario que se ha extendido a lo largo de su bibliografía en cuentos, poemas y ensayos.
Durante la entrega del Premio Nacional de Literatura, Rafael Cuevas Molina compartió que hace 50 años, en el marco del conflicto armado interno, su padre fue elegido rector de la Universidad de San Carlos (Usac). Años después, Rafael ingresó a las aulas, pero esto se vio oscurecido por la violencia política que asechaba al país.
“Lo que quedó de ese tiempo apocalíptico fue una Guatemala desgarrada, cuyas consecuencias vemos hoy en día cuando miles de compatriotas tienen que partir fuera de nuestras fronteras para tratar de encontrar formas más dignas de vida; cuando nos asecha la violencia y el Estado se descompone por la corrupción del crimen organizado”, declaró.
El autor agregó que reencontrarse con la Usac por medio de la candidatura literaria de la cual fue acreedor ha significado mucho. En su discurso, Cuevas Molina también agradeció al jurado del MCD, a Costa Rica por recibirlo hace décadas y a la Universidad Nacional de ese país por emplearlo.
En la ceremonia del 27 de diciembre, el viceministro de Cultura y Deportes, Cristhian Calderón hizo entrega de un pergamino al autor donde se reconoce su trabajo literario. De igual manera, le fue entregada una medalla de oro.
Previo al galardón
El 11 de diciembre del 2021 autoridades de Cultura y Deportes revelaron que el guatemalteco radicado en Costa Rica era el ganador del Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias” de este año.
“Estoy muy agradecido y en especial con las personas que me propusieron como el Instituto de Estudios de la Literatura Nacional, la Dirección General de Investigación de la San Carlos y tengo entendido que también una serie de amigos y colegas que consideraron que mi nombre tenía algún tipo de relevancia que podía ser presentado”, dijo Rafael Cuevas Molina en ese entonces a Prensa Libre.
El autor lleva cerca de 30 años fuera de Guatemala, pero nunca ha dejado de sentirse guatemalteco. “Estoy fuera del país porque hubo razones políticas que a muchos guatemaltecos nos llevaron afuera, así como ahora hay razones económicas para que miles se vayan…somos un país que expulsa gente”, dijo vía telefónica a Prensa Libre durante los primeros días de diciembre del 2021.
“Guatemala es un país hermoso y poderoso culturalmente y regreso siempre conmovido por su gran personalidad y contrastes”, agregó.
Durante la conversación apuntó la tragedia ocurrida el 9 de diciembre del 2021 en la que migrantes guatemaltecos y hondureños murieron y resultaron heridos al volcar el camión en el que viajaban hacinados en Chiapas, México.
“Los migrantes son parte de una onda expansiva que se genera en Centro América y quienes estaban en ese lugar solo buscaban encontrar formas elementales de sobrevivencia que nuestros países no le brindan. Soy parte de ese éxodo y le mando toda mi solidaridad a ellos”, expresó.
En ese momento, al consultarle a quién dedicó su premio, dijo: “A los desaparecidos y a todas las víctimas de la Guerra Interna que seguimos viviendo en la impunidad”.
Milton Torres, director del Instituto de Estudios de la Literatura Nacional, de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos, expresó que este reconocimiento es justo y necesario por su trayectoria académica: “Es uno de los escritores literaria y estéticamente hablando más sólidos porque no solo se ha dedicado a escribir literatura sino es un académico que ha investigado la realidad centroamericana y además un filósofo”.
“Es un innovador y un escritor que busca nuevas formas expresivas siempre desde la perspectiva del realismo y naturalismo…y representa toda la región centroamericana y no solo a Guatemala”, agregó.
