
“Esta miniobra presenta al individuo que se debate entre el deber ser y querer ser”, dijo Chinchilla, y agregó: “Lo que le pasa a otras personas lo consideramos irrelevante, las penas de otros a veces hasta risibles, pero cuando estas preocupaciones están en nuestro propio pellejo la perspectiva cambia.
“Que un autor hable de su libro es siempre una parcialidad, por eso dejo a los lectores que den rienda suelta a sus pensamientos e imaginación enlazándolos con sus propios demonios y circunstancias”, declara la escritora.
El libro fue comentado por los escritores Enrique Godoy Durán, Delia Quiñónez y Luis Morales. La editorial Mandrágora imprimió la obra, y un ejemplar de ella fue entregada a la autora, por Cecilia Alvarado.
En escena
Gabriel Paz, abogado, pedagogo y músico fundador del grupo Cerro Andino, abrió el momento artístico con la interpretación de tres melodías en quena y zampoña.
El punto culminante del acto consistió en la presentación de la obra En mis zapatos. Aunque breve —30 minutos—, la actuación no fue nada convencional. Al contrario, hizo que los asistentes abrieran los ojos más de la cuenta para ver a jóvenes que salieron al escenario con corbata, saco y pantalón, pero con extravagantes zapatos de tacón alto. Las mujeres vistieron atuendos sensuales para evocar a sus personajes.
Los actores son estudiantes que este año se gradúan en la Escuela Nacional de Arte Dramático. Dirigidos por la maestra Flora Méndez presentaron de esa manera una interpretación libre de los cuentos Rosalinda y Soledad, del libro Realidades obligadas, de Claudia Chinchilla.
Preferencias sexuales que algunos esconden son tema de libro.(Foto Prensa Libre: Edwin Castro)
Contenido
El primer relato es el caso de un muchacho que ha vivido y sufrido ocultando sus preferencias sexuales pero decide liberarse ante la sociedad. El relato termina cuando dice: “Mi padre me veía con una mirada decepcionante, mi hermana se tapa la boca, a mi madre le corren gruesas lágrimas por las mejillas”.
Mujeres
Soledad, el segundo relato seleccionado por los incipientes actores, es un monólogo de una trabajadora sexual en la noche en que se celebra el día del Cariño. “Puede ser que la primera impresión al ver estas escenas sea de rechazo”, comenta la actriz Karen Martínez, “que el espectador se pregunte, ¿los jóvenes tienen estas inclinaciones?
El personaje en escena no es uno mismo, solo interesa demostrar y hablar de lo que quiere transmitir el autor en su obra”, enfatiza.
“No se cómo vive una prostituta, si es triste, si hay felicidad, si lo hace por placer o necesidad. Tuve que explorar un ambiente que nunca he vivido, reflejar gente real”.
(Foto Prensa Libre: Edwin Castro)
Desnuda dramas sociales

- Desde 2009 es catedrática de las asignaturas de escenología y drama clásico, moderno, contemporáneo, tradicional y popular guatemalteco, y de cultura, arte y estética, de la Escuela Nacional de Arte Dramático (Enad), Carlos Figueroa Juárez.
- Ha escrito Realidades obligadas (2015), los poemarios Líquida y Elemental (2005), A Prometeo (en impresión) y Yo no soy Eva (inédito).
- Su obra está incluida en varias antologías.